Miembros del Cabildo de Compostela declaran en el juicio por el robo del ‘Códice Calixtino’

“Queremos que esto termine cuanto antes y pasar página”

declaración por el robo del Códice Calixtino

El acusado, con su abogada durante una sesión

Miembros del Cabildo de Compostela declaran en el juicio por el robo del ‘Códice Calixtino’ [extracto]

MIGUEL ÁNGEL MORENO | El juicio por el robo del Códice Calixtino de la catedral de Santiago arrancó el lunes 19 de enero en los juzgados compostelanos de Fontiñas con el antiguo electricista de la catedral, Manuel Fernández Castiñeiras, como principal acusado por el hurto del manuscrito.

Los miembros del Cabildo de la catedral de Santiago afrontan el juicio oral –cuyo final previsto es el 5 de febrero–con el deseo de que el proceso concluya lo antes posible. Muchos tienen que declarar como testigos, por lo que han optado por guardar silencio ante los medios de comunicación hasta que concluya la vista, según confirmó un canónigo a Vida Nueva. “La sensación entre ellos es que esto termine cuanto antes, pasar página”, señala el abogado que representa al Cabildo como acusación particular, José Antonio Montero.

El Códice Calixtino fue hallado en julio de 2012 en un garaje propiedad del exelectricista, en cuyo domicilio fueron encontrados varios documentos de la catedral, cartas y 1,7 millones de euros en efectivo. Castiñeiras, que estuvo interno en el penal de Teixeiro (A Coruña) desde su confesión en julio de 2012 hasta enero de 2013, se enfrenta a una petición de condena de 15 años por dos delitos de robo con fuerza, un delito contra la intimidad y otro de blanqueo de capitales.

El Cabildo eleva la petición a 31 años por el agravante de abuso de confianza. “Entendemos que tanto el robo del dinero como el del Códice tienen un agravante de abuso de confianza, que supone un agravamiento de la pena”, apunta a este semanario el abogado del Cabildo.

La abogada Carmen Ventoso, que representa a Castiñeiras, a su mujer y a su hijo –acusados por blanqueo de capitales y para los que piden un año y medio de prisión–, exigió la nulidad de la instrucción, que calificó como “nula de pleno derecho”. El presidente del Tribunal, Ángel Pantín, solo declaró nulas las pruebas obtenidas mediante la instalación de micrófonos en el domicilio del electricista.

Preguntado por Vida Nueva, el juez que realizó la instrucción, José Antonio Vázquez Taín, reconoció que el intento de invalidar la instrucción por parte de la defensa es algo normal. “Los juicios, cuando no tienen defensa clara, la única solución es intentar una destrucción de lo instruido. Los jueces de instrucción tenemos que aceptar que se nos critique, es normal”, aseguró.

Cambio de versión

El acusado aseguró en el segundo día de juicio que no había visto el Códice Calixtino. Esta declaración contradecía su primera versión ante Taín, donde se reconocía como autor del hurto un día después de ser hallado el manuscrito en un garaje de su propiedad, en julio de 2012.

Castiñeiras aseguró ahora no recordar aquella confesión y afirmó haberse sentido “maltratado” durante aquel interrogatorio. “No declaré libre. Me sentí maltratado. El juez se burló de mí”, sostiene. Según Taín, las declaraciones se hicieron de forma correcta. “Está grabado, no hay nada de alegar. Él pidió un abogado de oficio y se le puso uno a cada acusado para salvaguardar sus derechos”, comenta.

Por su parte, el antiguo deán, José María Díaz, reconoció en su declaración como testigo que encargó a Castiñeiras el arreglo del portón que daba acceso a la cámara donde se guardaba el Códice. Aseguró que no recuerda si le entregó la llave en alguna ocasión y destacó la “buena relación” que tenía con el electricista.

En el nº 2.926 de Vida Nueva

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