Emigrar antes que renunciar a la fe

Samson Kwaku dejó Ghana a los 17 años en busca de un futuro más libre

Samson kwaku, emigrante de Ghana que salio de su pais por no renunciar a la fe catolica

MARÍA PÉREZ | “Llegué a España por seguir a Dios, por no renunciar a Él”. Con estas sencillas palabras, Samson Kwaku Addai relata a Vida Nueva cómo salió de Ghana en 2008 ante la obligación de su tribu de renunciar a la fe católica. Un camino que no ha sido en absoluto fácil. Un camino que sigue teniendo piedras. Pero un camino que merece ser vivido con Dios y para Dios. “Aunque las cosas sean difíciles, la fe te ayuda a saber que siempre hay una salida. Eso es lo que me sostiene”.

Tiene 23 años, y, a pesar de su juventud, sus ojos reflejan haber vivido ya mucho. “Con 17 años comencé a tener problemas religiosos: mi familia allí pertenece a una tribu con unas creencias semejantes al budismo”. La tribu tiene sus normas internas: “El líder es elegido a través de la herencia de los padres. Así como mi padre fue líder por herencia de mi abuelo, cuando él murió me tocaba ser líder a mí. Pero para poder serlo debes renunciar a la fe católica, y ahí fue cuando decidí que para no renunciar a Dios… debía salir del país”.

Desde Ghana, atravesó a pie Burkina Faso, Mali, Senegal y Mauritania, trabajando en cada país para reunir dinero. En Mauritania tomó una patera con destino Tenerife. “De los 65 que fuimos, murieron tres”, recuerda Samson. “Al principio, subir en la patera es emocionante: el mar, la ilusión de estar en camino de una nueva vida… Pero cuando comienzan a pasar los días y sigues en medio del mar sin saber dónde estás, comienzan a surgir los problemas y la gente empieza a enfermar. Esa es la peor parte”. En Tenerife fueron atendidos por Cruz Roja, y de allí pasaron a un centro de inmigrantes, hasta que les remitieron a Madrid. “Cruz Roja atiende muy bien, pero durante cierto tiempo. Luego, como es lógico, tienes que buscarte la vida. Y yo aquí no conocía a nadie, no sabía español, ni si quiera sabía decir ‘hola’”.

Emigrar antes que renunciar a la fe [íntegro solo suscriptores]

En el nº 2.925 de Vida Nueva

 

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