Cuchicheos

Jose Luis Pinilla

Jose Luis PinillaJOSÉ LUIS PINILLA, SJ. | Director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Migraciones

No es extraño, sin embargo, que estos movimientos migratorios susciten desconfianza y rechazo, también en las comunidades eclesiales, antes incluso de conocer las circunstancias de persecución o de miseria de las personas afectadas. Esos recelos y prejuicios se oponen al mandamiento bíblico de acoger con respeto y solidaridad al extranjero necesitado”. Este párrafo del mensaje del Papa para la Jornada del Emigrante (destacado por los obispos españoles), que se celebra el domingo 18 de enero, ha provocado cuchicheos.

El murmullo se oye en las parroquias, entre dignísimos padres de familias numerosas y católicos de “toda la vida” que no faltan un domingo a misa. Tienen miedo al Papa que dice que el sistema económico que tenemos es perverso o que lo que están haciendo los gobiernos europeos con los emigrantes es una vergüenza. Se escandalizan porque muchos pastores –al hilo del “efecto mariposa” provocado por Francisco– se dan cuenta de la relación entre la emigración y la justicia. Se acabó la hora de promover un catolicismo autorreferenciado que quiere que sus pastores olviden, como ellos han hecho, la Doctrina Social de la Iglesia. Y que tienen miedo de que la Iglesia sea Madre de “todos” y sin “fronteras”. No abrirán sus puertas –muchos curas, monjas y laicos en organizaciones católicas y otras sí lo hacen– para acoger emigrantes, a pesar del “consejo” de algún dirigente público.

En el nº 2.925 de Vida Nueva

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