‘Birdman’: Ícaro tiene corazón

Pelicula Birdman

Pelicula Birdman

J. L. CELADA | Frente al espejo de su camerino, el personaje intepretado por Naomi Watts se pregunta entre lágrimas: “¿Por qué no tengo más amor propio?”. A lo que su compañera de reparto en la función teatral que representan, le responde con acidez: “Eres actriz, cielo”. Este breve diálogo de Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia) bien podría resumir el espíritu y las intenciones del nuevo trabajo de Alejandro González Iñárritu, un inclasificable ajuste de cuentas con el mundo de la interpretación –cine, teatro…– y de la crítica.

El realizador mexicano aparca las historias dramáticas que jalonan su filmografía (Amores perros, 21 gramos, Babel o Biutiful) y da el salto al terreno del humor… y del amor por una profesión que invita a la autoparodia. Un punto y aparte en su trayectoria que no sería igual sin la inestimable –y oscarizable– presencia del resucitado Michael Keaton, un superhéroe trasnochado (Birdman) que decide pasar página del personaje de cómic que un día encumbró su carrera (¡quién mejor que aquel Batman de los 90 para asumir este papel!), para llevar a Broadway la adaptación de una obra de Raymond Carver: De qué hablamos cuando hablamos de amor.

Sus ensayos, preestrenos y definitiva puesta de largo serán el marco perfecto para hablar precisamente de eso: de la necesidad que tienen los profesionales del oficio de sentirse amados, aceptados; de su querencia a confundir amor con admiración, popularidad con prestigio, actores con celebridades…; gentes que encima de las tablas derrochan verdad, mientras en la vida real son puro fingimiento, simple atrezo. Un conflicto de intereses que se traduce a menudo en no pocos complejos sin resolver, el temido miedo escénico o tantos duelos de egos. Nada, por otro lado, que cineastas como Woody Allen (Balas sobre Broadway), Louis Malle (Vania en la calle 42) o John Turturro (Illuminata) no hubieran conjurado –y ridiculizado– con anterioridad.

Birdman, sin embargo, supone un paso más en ese afán por conocer cuanto sucede entre bambalinas, cuando cae el telón; un vuelo sin motor sobre los rascacielos y los escenarios neoyorquinos en el que González Iñárritu nos descubre qué lejos quedan casi siempre la persona y el personaje. Tanto como el pasado glorioso del protagonista (con la sombra de un pájaro gigante que le persigue como voz de la conciencia) y la era del trending topic (con los ojos de una hija que alumbran el futuro). Pero este filme es también un extraordinario ejercicio de estilo, felizmente secundado por un reparto –al que se suman Edward Norton o Emma Stone– que pone el merecido broche a sus elaborados planos secuencia, a sus solos de batería y a su lúcida mirada sobre el arte de ser otro.

Harían bien en no perderse la que está llamada a ser una de las películas de 2015. Cualquier cosa que añadamos solo son “etiquetas” de crítico.

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: Birdman.

DIRECCIÓN:Alejandro González Iñárritu.

GUIÓN: Alejandro González Iñárritu, Nicolás Giacobone, Alexander Dinelaris, Armando Bo.

FOTOGRAFÍA: Emmanuel Lubezki.

FOTOGRAFÍA:Antonio Sánchez.

PRODUCCIÓN: Alejandro González Iñárritu, John Lesher, Arnon Milchan, Jame W. Skotchdopole.

INTÉRPRETES: Michael Keaton, Edward Norton, Emma Stone, Naomi Watts, Zach Galifianakis, Amy Ryan, Lindsay Duncan, Andrea Riseborough.

En el nº 2.925 de Vida Nueva

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