El obispo de Tui-Vigo suspende a Orden y Mandato de San Miguel Arcángel

Debido al “grave escándalo en toda España”

LOS DETENIDOS POR LIDERAR UNA SECTA ASISTEN A UN REGISTRO EN LA CASA DE OIA

M. PÉREZ | Luis Quinteiro Fiuza, obispo de la Diócesis de Tui-Vigo, ha firmado este mismo lunes un decreto por el que suprime al grupo religioso Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, tras la detención el pasado 11 de diciembre y posterior envío a prisión de su fundador, Feliciano Miguel Rosendo da Silva, imputado por asociación ilícita y abusos sexuales.

Con “hondo pesar”, el obispo argumenta como motivo de la supresión de Orden y Mandato el “grave escándalo causado últimamente por los miembros de esta asociación, que se han dado de baja a raíz del nombramiento del Comisario –Xosé Vidal, quién sustituyó al hasta entonces fundador y líder, Miguel Rosendo–, no sólo en esta Diócesis en que han ejercido su actividad, sino en toda España, con gran repercusión mediática”.

En su decreto, Quinteiro Fiuza señala además que Orden y Madato estuvo desarrollando sus actividades en esta Diócesis “como asociación privada de fieles desde el 5 de febrero de 2003 y que el 31 de julio de 2009 ha sido erigida como asociación pública de fieles de derecho diocesano”. También añade que “en la actualidad, contaba solo con 26 miembros bajo la responsabilidad directa e inmediata del Comisario extraordinario nombrado por el Obispo”.

“Por ello –continúa el decreto-, en virtud de las facultades que nos concede el canon 320,2, considerando que existe causa grave para ello, después de oír al Comisario que en nuestro nombre dirige temporalmente la asociación (cf. canon 318,1), decretamos su supresión, que será efectiva en el momento de la notificación de este decreto a la referida asociación.” El obispado confirma que esta supresión ha ha sido extendida a todos los que hasta la fecha seguían perteneciendo a Orden y Mandato.

El grupo religioso había recibido la aprobación de la Diócesis de Tui-Vigo en 2009 tras su “boom” vocacional. Sin embargo, a finales de 2012, dos hermanas denunciaron ante Quinteiro Fiuza el calvario que habían vivido con el fundador del grupo, Feliciano Miguel Rosendo da Silva. La decisión del obispo fue nombrar a Manuel Salcidos, párroco de Santa María de Baiona, “visitador canónico”, y tras nueve meses de investigación del grupo desde dentro, la Diócesis decidió suspender al líder “migueliano” en marzo de este año y nombrar a Xosé Vidal como “comisario extraordinario”. Expulsado de la secta, Rosendo marchó a Madrid llevándose a cerca de treinta personas, donde se hicieron llamar La Voz del Serviam (Ver VN 2.922).

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