“Compartiremos la potestad ejecutiva del Opus Dei”

Javier Echevarría nombra a Ocáriz vicario auxiliar para que le ayude en el gobierno

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DARÍO MENOR (ROMA) | Veinte años después de ser nombrado prelado del Opus Dei por san Juan Pablo II, el obispo Javier Echevarría comienza a ceder el testigo. El que fue secretario personal del fundador, san Josemaría Escrivá de Balaguer, designó el 9 de diciembre (aunque la noticia no se publicó hasta tres días después) a un vicario auxiliar, una figura prevista en los estatutos de esta realidad eclesial pero que se utiliza ahora por primera vez. El elegido es Fernando Ocáriz, hasta el momento vicario general. Ocáriz será sustituido por Mariano Fazio, quien estaba al frente del Opus Dei en Argentina, Paraguay y Bolivia. 

Echevarría tomó esta decisión porque “la extensión de la labor apostólica de la Prelatura y el crecimiento del número de circunscripciones regionales, de centros y de labores cuya atención pastoral está confiada al Opus Dei han llevado consigo un aumento del trabajo de gobierno que corresponde al prelado”. A estos motivos añade la cuestión de su avanzada edad (82 años), aunque en la carta que dirige a los fieles aclara que “se encuentra bien de salud”. El prelado detalla que llegó a la conclusión de poner en marcha esta posibilidad tras consultarla con el consejo general y la asesoría central y después de “haber pedido sus luces al Señor”.

Con esta decisión, Ocáriz, de 70 años, se convierte en el nuevo hombre fuerte del Opus Dei, pues tendrá “la potestad ejecutiva necesaria para el gobierno de la Prelatura, incluyendo las competencias reservadas al prelado, excepto las que requieren el ejercicio del orden episcopal”. En declaraciones a Vida Nueva, Echevarría considera su nombramiento “una ayuda importante para el gobierno” del Opus Dei. “Él comparte conmigo la potestad ejecutiva, no solo la correspondiente a un vicario general, sino también las competencias que el derecho reserva al prelado. Gracias a Dios, en los últimos años ha crecido de modo considerable el número de circunscripciones de la Prelatura que dependen de modo más directo del prelado. Todo eso comporta un aumento del trabajo de gobierno”, asegura el sucesor del beato Álvaro del Portillo.

Tanto Ocáriz como Fazio, el nuevo vicario general, aportan “su ayuda para seguir esa tarea de modo directo y mantener la cercanía con las personas, también a través de viajes”. No obstante, Echevarría sostiene que desea seguir realizando visitas pastorales a los diversos países donde tiene presencia el Opus Dei (69), para que los fieles puedan así “palpar ese rasgo familiar de la fisonomía espiritual que el fundador dejó tan marcado”. Al ser preguntado por cómo será el reparto de las responsabilidades de gobierno con el vicario auxiliar, responde que “nos coordinaremos trabajando cada uno en diversos asuntos, siguiendo la colegialidad” indicada por san Josemaría. Aunque la creación de este nuevo cargo para Ocáriz podría ser vista como una señal sobre quién podría ser su sucesor, Echevarría subraya que “no le corresponde” a él “anticipar los tiempos” y recuerda lo que dicen los estatutos de la prelatura. “Son muy claros en este punto: establecen que la elección del prelado compete a un congreso general electivo y requiere la confirmación del Santo Padre”.

Cargo vitalicio

Este cuerpo normativo establece que el cargo de prelado sea vitalicio y contempla la figura del vicario auxiliar, que puede ser de dos tipos, como explica Eduardo Baura, profesor de Derecho Canónico en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz de Roma. “El primero, que es el que ahora nos ocupa, está previsto para el caso en el que, por especial aumento del trabajo de gobierno o por la edad avanzada del prelado u otras circunstancias similares, este considere conveniente que, además del vicario general, que siempre tiene que haber, haya un vicario auxiliar que asuma la potestad ejecutiva necesaria para ayudarle en el gobierno de la prelatura”, cuenta Baura, recordando que Ocáriz debe siempre rendir cuentas de sus actuaciones a Echevarría. El segundo tipo de vicario auxiliar se da en caso de que el prelado no pueda ejercer sus funciones. Entonces se elige a una persona a la que se le transfieren todas sus competencias, excepto el título. “Incluso en el caso hipotético de sede impedida, permanecería la figura del prelado como padre, si bien el gobierno quedaría en manos de un vicario auxiliar”, concluye Baura.

En el nº 2.922 de Vida Nueva

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