“Necesitamos una verdadera regeneración moral”

CIV Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española

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J. LORENZO. FOTO: LUIS MEDINA | No estaba previsto, pero los obispos, al concluir el pasado 21 de noviembre su CIV Asamblea Plenaria en Madrid, opacada por el escándalo de los abusos sexuales en Granada, hicieron pública la nota pastoral Una llamada a la solidaridad y a la esperanza, en la que avanzan contenidos del documento Iglesia servidora de los pobres sobre la realidad social de España, que esperan poder aprobar “lo antes posible” y en cuyo borrador han estado trabajando.

El objetivo de la nota es dirigir “un mensaje de aliento y cercanía” en un momento que “genera en no pocas personas inquietud e incluso desconfianza, especialmente en las más perjudicadas por la crisis económica”, pero que no ahorra críticas a los gobernantes al subrayar “las fallidas previsiones e insuficientes respuestas dadas, los errores cometidos en la gestión política y económica de sus consecuencias”.

“Junto a eficaces políticas de concertación social y de desarrollo sostenible –sigue la nota, apuntado uno de los pilares del citado documento que coordina Juan José Omella–, necesitamos una verdadera regeneración moral a escala personal y social, y con ella, la recuperación de un mayor aprecio por el bien común, que sea verdadero soporte para la solidaridad con los más pobres y favorezca la auténtica cohesión social de la que tan necesitados estamos”.

Los obispos confían en que la recuperación de valores sociales y morales servirá para reforzar “la vida democrática que en paz y en libertad vive nuestro pueblo desde la Transición política”. En este sentido, se añade que “la ejemplaridad de los responsables políticos, sociales, económicos y eclesiales constituirá siempre un elemento imprescindible para lograr una justa sociedad civil y una verdadera comunidad eclesial”.

“A generar este clima social esperanzado”, dicen los obispos, “quiere ayudar la Iglesia en la acción evangelizadora de sus pastores y fieles y en la de sus numerosas instituciones sociales, educativas y caritativas, que muestran a los demás el rostro de una Iglesia servidora de nuestro pueblo, especialmente de los más pobres y desvalidos”.

En este sentido, Omella señaló a Vida Nueva que el documento, que sigue el esquema ver-juzgar-actuar, pretende ser “una palabra de esperanza” para la sociedad española, y que está atravesado por el espíritu de la exhortación Evangelii gaudium del papa Francisco.

En el nº 2.919 de Vida Nueva

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