Francisco defiende la dignidad de la persona ante la Unión Europea

Estrasburgo recibe a un papa 26 años después de la visita de Juan Pablo II

Francisco en el Parlamento Europeo

Francisco en el Parlamento Europeo

M. PÉREZ | El papa Francisco ha visitado hoy en Estrasburgo las sedes del Parlamento Europeo y del Consejo de Europa. Visiblemente emocionado a su llegada a la ciudad francesa durante la izada de la bandera vaticana a las puertas del Parlamento, Francisco ha querido destacar en sus discursos las raíces cristianas del “viejo continente”, que favorecen la identidad de Europa y la protegen del “utilitarismo”, “terrorismo” y “cultura del descarte”, invitando además a “defender la vida y la familia”, “crear trabajo para los jóvenes” y “acoger a los inmigrantes”.

Breve pero intensa. Así ha sido la visita de Francisco a Estrasburgo, ciudad francesa que recibía por primera vez a un pontífice en 26 años, tras la visita de san Juan Pablo II en 1988. Acompañado por el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, el papa ha firmado en el libro de oro de la organización paneuropea y tras ello ha entrado en el hemiciclo para la Sesión solemne del Parlamento.

Desde esta tribuna, el Papa ha lanzado a todos los ciudadanos europeos “un mensaje de esperanza y aliento”, recordando que “la promoción de los derechos fundamentales desempeña un papel central en el compromiso de la Unión Europea con el fin de favorecer la dignidad de la persona”. “¿Qué dignidad existe cuando falta la posibilidad de expresar libremente el propio pensamiento o de profesar sin constricción la propia fe religiosa?”, ha preguntado Francisco. También ha interpelado a los políticos presentes afirmando que “ustedes, en su vocación de parlamentarios, están también llamados a una gran misión: preocuparse de la fragilidad de los pueblos y de las personas”.

En la misma línea de la dignidad de la persona, Francisco ha querido resaltar la importancia de la familia (“unida, fértil e indisoluble trae consigo los elementos fundamentales para dar esperanza al futuro”), la educación (“que debe favorecer el crecimiento de la persona en su totalidad”), el trabajo (“es necesario favorecer políticas de empleo, pero sobre todo volver a dar dignidad al trabajo”), y la cuestión migratoria (“No se puede considerar que el mar Mediterráneo se convierta en un gran cementerio, en las barcazas llegan cotidianamente a las costas europeas hombres y mujeres que necesitan acogida y ayuda”).

Al finalizar su discurso en el Parlamento Europeo, Francisco se ha dirigido al Consejo de Europa, del que el Vaticano es miembro observador desde 1970. Al igual que en el Parlamento, con un mensaje de marcado carácter económico y social –y más en la víspera de que Juncker presente su esperado Plan de Inversiones– Papa ha hecho un llamamiento a abandonar “la cultura del conflicto” (“que tiende a la marginación de quien piensa y vive de manera diferente”), a buscar la paz (“el bien común, la vedad y el amor”), y a “tender hacia lo alto, hacia nuevas y ambiciosas metas” siempre sostenidos en la “solidez del tronco y profundidad de las raíces que alimentan a Europa”. También ha fijado dos desafíos actuales para el Continente: la “multipolaridad”, llamada a conservar la “particularidad de cada una de las partes” que forman Europa; y la “trasversalidad”, un diálogo “capaz de salir fuera de las estructuras”.

 

Repercusiones

El enérgico discurso de Francisco ha causado múltiples repercusiones entre los parlamentaristas europeos españoles. Solo los miembros de Izquierda Plural (Marina Albiol, Ángela Vallina, Paloma López, Lidia Senra, Javier Couso y Ernest Urtasun) han abandonado el hemiciclo afirmando que “el Parlamento no es lugar para ninguna religión”. Por otra parte, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha aplaudido la intervención del Papa Francisco en la sede del Parlamento Europeo. Aquí una selección de los mejores tuits de los parlamentaristas españoles.

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