César Franco, nuevo obispo de Segovia

Sustituye a Ángel Rubio, cuya renuncia ha sido aceptada por el Papa

JOSÉ BELTRÁN. MADRID | El papa Francisco ha confiado a César Franco la diócesis de Segovia. A las doce en punto del mediodía, el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, comunicaba a la Curia congregada en la calle Bailén el anuncio. Un aplauso y el rezo del ángelus sirvieron de acogida para este nombramiento. “En estos momentos, mi sentimiento más profundo de corazón es el de gratitud al Señor que me ha cuidado durante toda mi vida, y ahora con una confianza mayor de poner en mis manos a la Iglesia de Segovia”.

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“Me siento indigno de asumir esta tarea, aunque confiado de la ayuda de Cristo”, señaló, agradecido a todos los obispos con los que ha trabajado en Madrid, desde Tarancón a Suquía, y especialmente a “la confianza depositada” por el cardenal Rouco Varela. Con cariño recordó también a Alberto Iniesta, “que siempre que me ve en la televisión me llama y me felicita por mis intervenciones”. “Solo deseo a Carlos Osoro que sea tan feliz como yo lo he sido, a pesar de los problemas que pueden surgir en Madrid”, explicó, a la vez que pidió perdón “por mis pecados y mis fallos. No tengo ningún enemigo”.

Franco ya se ha comunicado con el ya obispo emérito de Segovia, Ángel Rubio, para “que salude a todos los segovianos”. Reveló que supo la noticia el día de San Simón y San Judas, “y desde entonces, les he llevado en mi corazón y en mi oración a todos los diocesanos”.

“Para esta diócesis de Madrid no tengo palabras. Esta Iglesia madrileña es mi madre, y cuando pienso en Madrid, pienso en mi madre. La vida de esta diócesis ha estado ligada a mi familia y doy gracias al Señor por todos los lugares por los que he pasado y las personas que me han acompañado”, señaló.

“Damos gracias a Dios por el anuncio del papa Francisco sobre este nombramiento”, explicó Osoro, que recordó que “la tarea de un obispo es hacer lo que ha hecho el Señor: salir a los caminos, encontrarse con las personas y reintegrar a los hombres en la sociedad, como nos muestra la lectura de hoy con los leprosos. Y todo, sin buscar agradecimientos, como hizo el Señor”.

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