San Juan XXIII. Maestro espiritual
Título: San Juan XXIII. Maestro espiritual
Autor: Luis Marín de San Martín
Editorial: Ciudad Nueva, 2014
Ciudad: Madrid
Páginas: 224
FERNANDO CORDERO, SS.CC. | El agustino Luis Marín de San Martín (Madrid, 1961) es doctor en Teología Dogmática y ejerce la docencia en la Facultad de Teología del Norte de España. Especializado en la figura y el magisterio de Juan XXIII, se nota en su escritura el dominio que posee de los datos biográficos del papa Juan y la admiración que le causa, por lo que la lectura de estas páginas resulta de lo más entretenida e instructiva. Las anécdotas seleccionadas otrogan brillo al volumen y no despistan del mensaje profundo sobre el flamante santo, verdadero maestro espiritual.
El ‘papa bueno’ llegó y sigue llegando al corazón de la gente. Esta biografía, con diez capítulos y un prólogo de Jesús de las Heras, nos ayuda a comprender su fisonomía interior y exterior, con testimonios pertinentes de muchos de los que le conocieron, entre ellos, su secretario particular, el creado cardenal Loris Capovilla, guardián de su memoria, que lo definió como “dos ojos y una sonrisa”. En Juan XXIII destaca la disponibilidad a dejarse llevar por el Señor, movido por un intenso y profundo espíritu de fe, enraizado desde su infancia.
Escritura y Eucaristía
La espiritualidad de Roncalli es cristocéntrica, pues se inspira en el Buen Pastor. Su sencillez se muestra en su gran cordialidad y en su capacidad para crear una “atmósfera” de confianza y amistad. Destaca su relación personal e ininterrumpida con Dios, practicando los diferentes tipos de oración, sin escatimar nunca tiempo para ello. Se alimentó de dos fuentes: la Escritura y la Eucaristía. Cuidó especialmente las devociones al Sagrado Corazón y a la Preciosísima Sangre. Fue el primer papa que se asomó a la ventana de su estudio para rezar el ángelus los domingos y solemnidades.
Los testimonios presentados en su causa de canonización coinciden en acentuar el ejemplo de este papa como hombre del Evangelio y testigo de la fe. Resulta sugerente el capítulo “Hablar al corazón”, donde se analiza la apertura joanea a todos los sectores, sin admitir nunca prejuicios cristalizados: “Si cerramos puertas, empezamos mal”. Y es muy motivador el capítulo “Profeta de los tiempos nuevos”, en el que se nos revela cómo miró el mundo con amor y ternura, sin crear frentes, abandonando las trincheras. Confió en que el Concilio Vaticano II fuera un nuevo Pentecostés para la Iglesia.
El libro cuenta también con la narración del proceso de canonización y con un rico apéndice, del que destaco, junto con la homilía del papa Francisco en la canonización, el discurso de la luna y su testamento espiritual. Es cierto que hay muchas biografías del que fue bocanada de aire fresco para la Iglesia y para el mundo, pero en esta de Luis Marín nos sopla directamente la brisa del ‘papa bueno’.
En el nº 2.917 de Vida Nueva.
