Cerca de 250 millones de cristianos sufren hoy por su fe

El informe ‘Libertad Religiosa en el mundo 2014’, de AIN, observa un “grave deterioro”

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Alrededor de 200 millones de cristianos viven en países en los que son perseguidos y otros 50 lo hacen en ámbitos en los que sufren algún tipo de discriminación por su fe. Esta es una de las principales conclusiones del informe Libertad Religiosa en el mundo 2014, elaborado como cada dos años por Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN). Correspondiente al período comprendido entre octubre de 2012 y junio de 2014, el estudio, presentado el pasado día 4 en la sede madrileña de la institución eclesial, denuncia un “grave deterioro” a nivel mundial en cuanto al respeto por este derecho humano básico.

Cerca de 250 millones de cristianos sufren hoy por su fe [íntegro suscriptores]

Expuesto de un modo minucioso con los datos recabados en cada país (en el análisis han trabajado 40 profesionales), se constata que el derecho a la libertad religiosa se vulnera, en grado medio o alto, en 82 de los 196 países del mundo (42%). En otros 35 (18%), la situación no se ha deteriorado tanto, aunque sí se considera “preocupante”. En los 80 restantes (41%), por tanto, se respeta este derecho, aunque en la práctica totalidad se produzcan situaciones que vulneran la libertad de conciencia de instituciones e individuos.

 

Los 20 países menos tolerantes

En cuanto a los 20 países en los que la vulneración de la libertad religiosa es “alta”, de ellos, 14 son islámicos: Afganistán, Arabia Saudí, Egipto, Irán, Iraq, Libia, Maldivas, Nigeria, Pakistán, República Centroafricana, Somalia, Siria, Sudán y Yemen. Mientras que los seis restantes son regímenes autoritarios, en su mayoría comunistas: Azerbaiyán, China, Corea del Norte, Eritrea, Myanmar y Uzbekistán.

En este sentido, lo que más refleja la tendencia al deterioro en la protección global de este derecho es esta estadística: entre los países en los que, en comparación con el informe anterior (2012), ha habido algún cambio, este ha sido a peor en 55 de estos y solo ha evolucionado positivamente en seis. Significativamente, en estos últimos, la situación, aunque algo menos tensa, continúa siendo catalogada de muy preocupante en cuatro: Emiratos Árabes, Qatar, Irán y Cuba. En definitiva, entre junio de 2012 y octubre de 2014, ha empeorado la situación en el 30% de los países.

En cuanto al signo de los ataques a las minorías religiosas, además de reflejar que tres de cada cuatro de los ciudadanos perseguidos a nivel mundial son cristianos, también se concede un espacio importante en el trabajo a otros colectivos, como el islámico: “Prácticamente, en todos y cada uno de los 20 países clasificados en la categoría de persecución ‘alta’, los grupos musulmanes minoritarios también sufren una persecución terrible y sistemática. Sin embargo, no hay que olvidar que esta persecución es ejercida, en la mayor parte de los casos, por otros musulmanes. La creciente tensión entre los musulmanes chiíes y suníes es un tema constante en este informe”. En cuanto a las comunidades judías, también se denuncia que “han sufrido un número mayor de amenazas y violencia, especialmente en algunas zonas de la Europa occidental, lo que ha provocado que la emigración a Israel haya alcanzado cifras máximas”.

Respecto al ámbito occidental, precisamente, también surgen duras críticas, entendiendo que, si bien no se ataca directamente a la libertad de culto, cada vez es más cuestionada la de conciencia: “En Occidente está arraigando la opinión de que la religión, en lugar de sacar lo mejor de la humanidad, engendra sus peores aspectos”. “Ligado a la violencia de origen religioso –continúa AIN–, aparece la disminución de la tolerancia religiosa, del pluralismo religioso y del derecho a la autodeterminación religiosa. (…) Pese a ser difícil de cuantificar, en este informe queda claramente documentada la tendencia a apartarse del pluralismo religioso, especialmente en el mundo en desarrollo”.

Una crítica que ven reflejada en episodios como este: “En Reino Unido se ha obligado a las agencias de adopción católicas que se niegan a conceder niños a parejas homosexuales a cambiar sus normas o a cerrar. El número de ejemplos de esta tendencia en todo Occidente es incontable”. Respecto al caso de España, Javier Menéndez Ros, director de AIN en nuestro país, fue rotundo en la presentación del estudio: “Aquí el nivel de preocupación es bajo, pero no hay que obviar ciertas situaciones negativas que se producen en determinados ambientes, cuya acción es propia de un laicismo agresivo”.

En el caso específico de los EE.UU., más allá de determinados aspectos de la reforma sanitaria que ha enfrentado en estos últimos años a las comunidades cristianas con el Gobierno de Barack Obama, se expone un ejemplo concreto que evidencia cómo se vulneran ciertos derechos: “En julio de este año, se ha publicado un decreto ejecutivo del presidente que prohíbe a los contratistas federales discriminar por razón de orientación sexual o identificación de género. A pesar de la petición de numerosas organizaciones religiosas, este decreto no admite excepciones por práctica religiosa, lo que pone en tela de juicio a una serie de servicios proporcionados por las Iglesias para los pobres y los sin techo”.

Compartir