La Iglesia de Bergoglio inicia su renovación

Primera Plenaria electiva del Episcopado argentino desde que el anterior cardenal de Buenos Aires es el papa Francisco

FERNANDO COSTA. BUENOS AIRES | Faltan pocos días para la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), en la que se renovarán autoridades de las diferentes comisiones para el período 2014-2017. Esta será la 108ª Asamblea Plenaria de la CEA –la primera con carácter electivo desde que el que fuera cardenal de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, ocupa la sede de Pedro–, que se celebrará entre el 10 y el 15 de noviembre en la casa La Montonera de la ciudad de Pilar (Buenos Aires). 

La elección para cargos de los obispos siempre despierta amplias expectativas. Durante esa semana se elegirán más de 70 cargos. Casi una veintena de prelados, designados en poco más de un año por el papa Francisco, comenzarán a ocupar un cargo funcional en el Episcopado, dando así inicio a una renovación de la estructura eclesial argentina.

La primera sorpresa podría darse entre quienes gobiernen este nuevo trienio al Episcopado. Mario Aurelio Poli, elegido por el Papa para sucederlo en la Arquidiócesis de Buenos Aires y creado cardenal por el mismo Bergoglio, podría alcanzar la Comisión Ejecutiva y hasta la presidencia de la misma, reemplazando al actual arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, quien, a su vez, podría también ser reelegido. Sin embargo, el nuevo cardenal tiene posibilidades ciertas de ser el próximo presidente de la CEA. De cualquier manera, es una certeza que el cardenal Poli será un nuevo integrante de la Comisión Ejecutiva.

Esto moverá las piezas de dicha comisión, ya que la entrada de Poli supondría la salida de alguno de los actuales integrantes que podrían ser reeelegidos: Arancedo, Virginio Bressanelli (Neuquén) y Mario Cargnello (Salta).

También se intuye que el rector de la Universidad Católica Argentina (UCA), Víctor Manuel Tucho Fernández, pueda ocupar algún lugar de referencia dentro de este grupo, ya que se le considera la mano derecha del papa Francisco, y no fueron pocas sus intervenciones desde que fue nombrado obispo.

El cargo que quedará vacante en la Comisión Ejecutiva será el del secretario general. El auxiliar de Buenos Aires, Enrique Eguía Seguí, fue durante los últimos seis años un interlocutor entre el Gobierno nacional y la Iglesia. Es de esperar que las arquidiócesis que tienen más auxiliares, en este caso Buenos Aires o La Plata, cedan a alguno de sus titulares para tal cargo.

De conformarse la Ejecutiva con algunos de los citados, se precipitaría el primer cambio importante dentro de las comisiones episcopales. Durante el período 2011-2014, Poli presidió la Comisión de Catequesis y Pastoral Bíblica. Si es elegido para un cargo ejecutivo, esta presidencia quedará vacante. La catequesis es un área sensible para los prelados.

Más presentimientos

Otra comisión de gran importancia que cambiará de autoridades es la de Educación Católica. El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, condujo durante seis años esta comisión, muy valorada en la vida de la Iglesia argentina. Los temas educativos comportan el debate y la negociación con otros sectores sociales, y los obispos siempre estuvieron atentos a brindar una palabra sobre esta temática.
La Comisión de Comunicación Social también deberá elegir un presidente. Agustín Radrizzani, de Mercedes-Luján, cesa en el cargo después de dos períodos de mucha actividad: la nueva ley de radiodifusión y las negociaciones por las licencias de FM para varias radios diocesanas llevaron al arzobispo a una exposición mediática poco habitual.

Continuarán casi sin discusión Sergio Fenoy (San Miguel) en Fe y Cultura, Luis Fernández (Rafaela) en Liturgia, Carlos Ñáñez (Córdoba) en Ecumenismo, Carlos Malfa (Chacomús) en Migraciones y Turismo, y Óscar Ojea (San Isidro) en Cáritas. Jorge Lozano (Gualeguaychú), por su parte, seguirá en Pastoral Social, fortaleciendo el trabajo de adicciones con un obispo especialmente nombrado para tal fin. Y Andrés Stanovnik (Corrientes) en Laicos y Familia, con el gran desafío del Encuentro Mundial de las Familias que se celebrará en la ciudad estadounidense de Filadelfia el año próximo.

En este proceso de renovación de autoridades no deberíamos descartar algún suceso inesperado de la mano y el corazón de Francisco. De esos a los que ya nos tiene acostumbrados desde que fuera elegido Sumo Pontífice el 13 de marzo de 2013.

En el nº 2.915 de Vida Nueva

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