Al finalizar el Sínodo extraordinario, el papa Pablo VI será beatificado
VIDA NUEVA | A partir del 19 de octubre, la misma Iglesia que tanto le hizo sufrir contará con un nuevo intercesor ante el Padre: el beato Pablo VI. No pocos aseguran que su ascenso a los altares “hace por fin justicia” a sus muchos desvelos en aquellos tiempos difíciles para el mundo, y que es el momento de dar gracias a Dios por su testimonio de vida.
Sin embargo, cabría añadir –como recuerda el autor del Pliego– que es momento también de que la comunidad creyente honre su memoria promoviendo algunas de las que fueron las señas de identidad de su pontificado: una evangelización nueva para un tiempo nuevo, una Iglesia “experta en humanidad”, un diálogo humilde y decidido con la increencia y con las otras religiones, y un impulso de las reformas emprendidas por el Concilio Vaticano II que él mismo llevó a buen puerto. Este es el camino de santidad que hoy ilumina la tímida sonrisa de Montini.
En el nº 2.913 de Vida Nueva
