Fernando Cordero reseña el recopilatorio de textos de Joan Planellas Un comentario al Credo (CPL, 2014)
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Título: Un comentario al Credo
Autor: Joan Planellas Barnosell
Editorial: CPL, 2014
Ciudad: Barcelona
Páginas: 112
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FERNANDO CORDERO (SS.CC.) | El obispo de Girona, Francesc Pardo, encargó a uno de sus sacerdotes, Joan Planellas Barnosell, un comentario a los artículos del Credo para la Hoja Parroquial (Full Parroquial) de su diócesis con motivo del Año de la fe. En estos breves textos se han ido desgranando los contenidos fundamentales de la fe cristiana. Todos ellos aparecen ahora recopilados en esta obra incluida en la acreditada colección Emaús del Centre de Pastoral Litúrgica (CPL) de Barcelona. Planellas (Girona, 1955) es profesor y vicedecano de la Facultad de Teología de Cataluña, a la vez que párroco de varias comunidades rurales.
Joan Planellas Barnosell.
De forma sencilla y profunda se nos brinda un resumen de la fe. El estilo es pedagógico y atractivo a lo largo de los 48 capitulitos del libro, que no rehúye los temas más complicados o difíciles de comprender. Arranca, como no podía ser de otro modo, con el misterio de Dios que habla y se manifiesta a la humanidad. Continúa con la fe y sus cuatro bienes, resaltando cómo es un acto personal y eclesial. Luego, va desmenuzando prolijamente el Credo: “Padre”, “Todopoderoso”, “Creador del cielo y de la tierra”, así hasta llegar al último capítulo que lleva por título “Amén”.
¿Dónde estaba Dios cuando…?
En su comentario, Planellas echa mano de numerosas referencias neotestamentarias, de los Santos Padres, como san Agustín, junto con Teresa de Jesús, Tomás de Aquino y san Buenaventura, entre otros, con citas del Vaticano II, del Catecismo de la Iglesia Católica y del YouCat, así como del magisterio de los últimos papas. No faltan tampoco menciones al arte, a la liturgia y a la literatura de la mano de Dostoievski.
El autor entra en diálogo con las inquietudes de los creyentes:
A veces nos preguntamos, llenos de perplejidad: ‘¿Dónde estaba Dios cuando…?’. La pregunta, que puede llegar a ser desgarradora, nos asalta sobre todo cuando pensamos en las grandes injusticias de nuestro mundo, o en las miserias sufridas por tantos pueblos. (p. 31)
Y también señala ciertos riesgos a la hora de interpretar algunos núcleos de la fe, como los lenguajes sobre la resurrección, donde se puede caer en una comprensión espiritualista o literal.
En las notas sobre la Iglesia, destaca la imagen maternal de la misma y a los que han vivido la santidad de forma radical: los santos, que son la manifestación más genuina de dicha santidad. No olvida la sensibilidad ecuménica con la alusión al sufrimiento por la falta de catolicidad. Por último, alienta al mandamiento misionero y a la tarea apostólica por parte de todos los cristianos.
Igual que los gerundenses han podido disfrutar de estos textos, con esta publicación jóvenes y adultos podrán servirse de estos comentarios para alcanzar mayor hondura en la Profesión de fe.
En el nº 2.913 de Vida Nueva
