“Se trata de acoger y acompañar a las familias con paciencia y delicadeza”

Especial: Sínodo de la Familia

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JAVIER RODRÍGUEZ | El Relator General, el cardenal húngaro Péter Erdö, ha presentado el resumen de los debates que están protagonizado los Obispos en el Sínodo sobre la Familia, la llamada Relatio post disceptationem que se puede traducir por Relación después de la discusión. Esta Relatio [ver íntegra] consta de un apartado de Introducción y otro de Conclusión que enmarcan tres grandes líneas de reflexión:

1.- Con el título La escucha: el contexto y los desafíos de la familia, seis puntos donde se definen las condiciones socio-culturales en que viven las familias hoy y se establecen la importancia de la vida afectiva y los desafíos pastorales en la actualidad, que se traducen en la necesidad de la Iglesia de “de dar una palabra de esperanza y de sentido”.

Péter Erdö, Relator General.

Péter Erdö, Relator General.

2.- Bajo el título La mirada en Cristo: el Evangelio de la familia, el segundo apartado expone once puntos para la pastoral familiar en relación con los tiempos contemporáneos. Así, afirma la Relatio que se necesita una “dimensión nueva de la pastoral familiar” y aunque encuentra “reafirmados los valores y la consistencia propia del matrimonio natural” al tiempo determina que “la Iglesia se dirige con respeto a aquellos que participan en su vida de modo incompleto e imperfecto, apreciando más los valores positivos que custodian”.

De esta manera, los matrimonios civiles caracterizados por la estabilidad, el afecto profundo y la responsabilidad con respeto a los hijos son calificados de semillas que hay que cuidar y que pueden conducir al vínculo sacramental. En palabras de Erdö, la Iglesia debe acompañar “con paciencia y delicadeza”, “atención y cuidado a sus hijos más frágiles, aquellos marcados por el amor herido y perdido”, dándoles “confianza y esperanza”.

3.- El tercer apartado, Perspectivas pastorales. Anunciar el Evangelio de la familia hoy en diversos contextos, es el más nutrido de la Relatio, con 33 puntos que contemplan diversas situaciones complicadas a las que se enfrenta la pastoral familiar y que han ocupado a los Obispos en los debates. Por ejemplo, sobre el controvertido asunto del acceso al sacramento de la Eucaristía para los divorciados vueltos a casar, se enumeran las principales sugerencias que surgieron del Sínodo: mantener la disciplina actual, poner en práctica una apertura mayor para casos particulares o insolubles u optar por la vía “penitencial”.

Se pide mayor reflexión sobre la llamada “comunión espiritual”, los matrimonios mixtos y sobre “problemas graves” ligados a la diversa disciplina nupcial de las Iglesias ortodoxas. En cuanto a las personas homosexuales, se subraya que tienen “dotes y cualidades que ofrecer a la comunidad cristiana” y se solicita que la Iglesia sea “casa acogedora”, manteniendo la negativa a las uniones homosexuales y a presiones de organismos internacionales a fin de introducir normativas inspiradas en la ideología del género. Asimismo, se recuerda que la Iglesia debe tener una atención especial hacia los niños que viven con parejas del mismo sexo, poniendo en primer lugar exigencias y derechos de los pequeños.

El punto único de la Conclusión del cardenal Erdö enfatiza que el diálogo sinodal se desarrolla “con gran libertad y con un estilo de escucha recíproca” y recuerda que las reflexiones reflejadas en la Relatio hasta ahora no son decisiones tomadas sino que marcan el inicio de un camino que ha de continuar.
 

Hacia el Segundo Sínodo sobre la Familia en 2015

En efecto, la Relatio post disceptationem es un paso previo al documento final del Sínodo, la llamada Relatio Synodi, que se conocerá cuando el próximo domingo coincidiendo con la beatificación de Pablo VI toque el Sínodo extraordinario a su fin. De su redacción se encargará también Erdö, y contará con la ayuda de seis padres sinodales escogidos a tal efecto por Bergoglio el viernes pasado:

El presidente del CELAM, arzobispo Carlos Aguiar Retes, el colaborador habitual de Vida Nueva y presidente del Pontificio Consejo de la Cultura Gianfranco Ravasi, el arzobispo de Washington DC Donald William Würl, el arzobispo argentino Víctor Manuel Fernández, el presidente de los obispos de Corea Peter Kang U-Il y el “papa negro” -como es llamado el padre general de los jesuitas– el español Adolfo Nicolás Pachón, quien en mayo anunció que abandonará el puesto en 2016.

La inclusión de esta media docena de padres sinodales -hombres cercanos al papa Francisco- para confeccionar el documento final del Sínodo es una novedad, ya que lo habitual en el último medio siglo ha sido que lo realicen únicamente el relator, un secretario especial y un secretario general, responsabilidades que en este caso recaen sobre Erdö y los obispos italianos Bruno Forte y Lorenzo Baldisseri respectivamente.

Este jueves empezará el equipo de nueve padres sinodales a redactar el documento final, que luego de ser sometido a una votación, presentado al Papa y enviado a conferencias episcopales de todo el mundo, deberán discutir obispos y diócesis a fin de elaborar informes que sirvan de base al documento preparatorio del segundo sínodo sobre familia. Este se celebrará entre el 4 y el 25 de octubre de 2015 en el marco del 14º Sínodo general ordinario, cuyo tema central ya se conoce: La vocación y la misión de la familia de la Iglesia en el mundo contemporáneo.
 

  • Presentación íntegra de la Relatio post disceptationem por el cardenal Erdö (en italiano original):

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