Julián Barrio anima a una evangelización “creativa y arriesgada”

XV Jornadas de Teología del ITC reúne en Santiago un selecto grupo de teólogos y pastoralistas

E_Faldón

JOSÉ RAMÓN AMOR PAN (SANTIAGO) | En su discurso de apertura de las XV Jornadas de Teología del Instituto Teológico Compostelano (ITC), el lunes 15 de septiembre, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, invitó a los creyentes a adoptar “decisiones creativas y arriesgadas” para evangelizar. Citando a Benedicto XVI, subrayó que la mayor amenaza viene de dentro:

El gris pragmatismo de la vida cotidiana de la Iglesia, en el cual aparentemente todo procede con normalidad, pero el que, en realidad, la fe se va desgastando en mezquindad.

El sábado anterior, en el marco de la asamblea de inicio del curso, el prelado había invitado a todos, creyentes y no creyentes, a enviar comentarios y propuestas para mejorar la labor pastoral.

Con el título La alegría del Evangelio. Perspectivas teológico-pastorales de la exhortación apostólica Evangelii gaudium, las jornadas reunieron en Santiago a un selecto grupo de teólogos y pastoralistas, que concitaron una nutrida concurrencia en el Aula Magna del ITC:

  • Salvatore Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.
  • Sebastià Taltavull, obispo auxiliar de Barcelona y presidente de la Comisión de Pastoral de la Conferencia Episcopal.
  • El rector de la UPSA, Ángel Galindo.
  • El director del Instituto Superior de Pastoral, José Luis Segovia.
  • El decano de Teología de Deusto, Vicente Vide.
  • El delegado de Liturgia de Ourense, Ramiro González.
  • El director del Secretariado de Catequesis de Santiago, Miguel López.
  • El vicario general de Huelva, Baldomero Rodríguez.
  • El rector de la Pontificia Universidad Antonianum de Roma, Martín Carbajo.

El denominador común de las intervenciones fue la necesidad de una conversión pastoral, la cual implica pasar de una visión burocrática de la vida eclesial a una pastoral misionera, en permanente evangelización.

En el nº 2.909 de Vida Nueva

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