“Gaudí puede ser modelo para muchos que buscan la luz, la belleza, la libertad, la verdad”

Entrevista con José Manuel Almuzara, presidente de la asociación pro beatificación del arquitecto

En-Cádiz

“Gaudí puede ser modelo para muchos que buscan la luz, la belleza, la libertad, la verdad” [ver extracto]

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | “Soy arquitecto y desde el año 1992 presido la Asociación pro beatificación de Antoni Gaudí, causa abierta en la Congregación para las Causas de los Santos desde el año 2003. Además, soy vicepresidente de la Asociación Amigos de Gaudí que se fundó en 1952, en el centenario del nacimiento de Gaudí”.

Antoni Gaudí i Cornet.

Antoni Gaudí i Cornet.

Esa es la presentación que hace de sí mismo José Manuel Almuzara (Nador, 1952). Nadie mejor que él conoce la figura de Gaudí (Reus, 1852-Barcelona, 1926) y su camino hacia los altares. Explica:

Llevo muchos años en torno a la figura del arquitecto, transmitiendo mediante conferencias, publicaciones, entrevistas y exposiciones sus características como ‘arquitecto genial y cristiano consecuente’, como dijo Benedicto XVI el 7 de noviembre de 2010 en la consagración de la Sagrada Familia.

¿Quién es realmente Gaudí para Almuzara? “Un hombre –responde– que vivió en unidad de vida su arquitectura y su fe, sus circunstancias personales y su vida íntima con Dios, y que nos lleva a descubrir la Luz y la belleza”.

PREGUNTA: ¿En qué estado se encuentra el proceso de beatificación?

RESPUESTA: Actualmente, se trabaja en la positio super vita, virtutibus et fama sanctitatis, volumen impreso en el que se recogen cinco aspectos. Primero, una exposición acerca de la historia de la causa o proceso, el aparato probatorio. Segundo, las declaraciones de los testigos, la documentación sobre la vida, la obra y la fama de santidad de intercesión del siervo de Dios. Tercero, el dictamen sobre sus escritos. Cuarto, su biografía. Y, quinto, la Informatio sobre las virtudes ejercidas en modo heroico.

Los consultores históricos, teológicos y el congreso ordinario de cardenales y obispos de la Congregación de las Causas de los Santos estudiarán esta positio. Si sus pareceres son concordemente favorables sobre el ejercicio heroico de las virtudes por parte del Siervo de Dios, el Prefecto de dicho dicasterio romano presentará al Santo Padre el decreto de heroicidad de las virtudes para que autorice su publicación. A partir de este momento, Antoni Gaudí podrá ser llamado “venerable”, aunque aún no puede recibir culto público.

En Roma, con el fallecido cardenal Carles, en la apertura del proceso.

En Roma, con el fallecido cardenal Carles, en la apertura del proceso.

R: Cuando le preguntaban a Gaudí por la finalización de las obras del templo expiatorio de la Sagrada Familia, contestaba: “Mi cliente no tiene prisa“. Del mismo modo, su proceso de beatificación sólo Dios sabe cuándo concluirá. Al igual que Gaudí, se trabaja sin prisas, estudiando a fondo los contenidos biográficos, los testimonios, los escritos, etc. que servirán para elaborar la positio, que se espera terminar en el año 2015. Para el reconocimiento del probable milagro nos ponemos en manos de la divina Providencia, “sólo Dios sabe el día y la hora” (Mt 24, 36), por lo tanto permaneceremos vigilantes y siempre recordando que “nuestro cliente no tiene prisa”.

P: Sería el primer arquitecto beatificado…

R: Así es, el primer arquitecto en los altares, beato, santo. Y es que Gaudí se tomó en serio su religión, su catolicidad, su santidad, “no como ideal teórico, sino como camino que se ha de recorrer en seguimiento fiel de Cristo”, que, como decía san Juan Pablo II, “es una exigencia particularmente urgente de nuestro tiempo”.

P: ¿Qué supondrá esta beatificación para el seno de la Iglesia…?

R: Será un motivo de alegría, el reconocimiento de un arquitecto ejemplar, humilde, que puso todos sus dones al servicio de Dios, de la Iglesia y de la humanidad. Pero creo que lo más importante es preguntarse, ¿qué supondrá para ti, para mí, para usted…? Creo que Gaudí puede ser ese modelo para muchos que buscan la luz, la belleza, la libertad, la verdad.

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Cristiano consecuente

P: Permítame entonces: ¿Qué supondrá para usted?

R: Un motivo de agradecimiento a Dios y a Gaudí porque me han permitido conocer su vida ejemplar y ser un portavoz más de su “arquitectura genial y cristianismo consecuente”. Gaudí supo vivir en unidad su profesión, la arquitectura, y su fe. Durante siglos muchos hombres separaron su vida (trabajo, familia, aficiones…) de la fe. Para un cristiano consecuente, las prácticas religiosas, las prácticas personales de piedad, no han de estar aisladas del resto de sus quehaceres, y Gaudí supo vivir con y en Cristo, en unidad de vida, todos y cada uno de los instantes de su existencia.

En el trabajo, con la familia, en la calle, con los colaboradores, clientes, compañeros y amigos… De esta manera, la piedad personal se orienta a la acción, dándole impulso y contenido, hasta convertir el quehacer en un acto más de amor a Dios. Y, a su vez el trabajo y las tareas de cada día facilitan el trato con Dios y son el campo donde se ejercitan todas las virtudes.

P: Éste es el mayor ejemplo de Gaudí…

R: Gaudí procuró siempre trabajar bien y poner en sus quehaceres la dimensión trascendente que da el amor a Dios, colaborando con la Creación, haciendo un mundo más humano, pues no es posible que se respete al hombre –y mucho menos que se le ame– si se niega a Dios o se le combate, pues el hombre solo es hombre cuando es verdaderamente imagen de Dios. Gaudí es un ejemplo para el siglo XXI.

P: No se puede separar al Gaudí arquitecto del católico…

R: No. Gaudí vivió inmerso en una determinada historia y de tal manera que a través de su vida y de su obra el cristianismo fuera reconocido y experimentado. El sentido religioso de Gaudí hizo que pudiera verificar la pertinencia de la fe a las exigencias de la vida; comprobó la capacidad de la fe en despertar el “yo”, de hacer que llegara a ser él mismo, de mantenerse en la postura adecuada para afrontar toda la existencia, con sus pruebas y sus problemas. La riqueza de las formas plásticas y constructivas de la obra de Gaudí nos va señalando hacia algo mas de lo que allí esta expresado, y nos ayuda también a descubrir que lo que bulle en el interior del artista creador explana en la concreción material de su obra conforme a la sentencia evangélica “de la abundancia del corazón habla la boca” (Mt 12,34).
 

Un legado único

P: Del arquitecto, en cualquier caso, ¿qué le fascinó?

R: De Gaudí me fascina su método y la importancia de la colaboración en el trabajo, la adecuación de los proyectos al lugar, teniendo muy en cuenta la luz, el entorno. El esfuerzo para realizar proyectos funcionales, bellos y útiles, tanto en los encargos pequeños (candelabros, sillas, vitrinas) como en los grandes (parque, casas, iglesias).

P: La Sagrada Familia, ya consagrada, sigue avanzando… hacia 2030, año previsto para su finalización.

R: Gaudí decía: “El Templo de la Sagrada Familia es expiatorio. Esto quiere decir que se ha de nutrir de sacrificios”. Y también:

El Templo de la Sagrada Familia lo hace el pueblo; y, en él, se manifiesta su manera de ser. Es una obra que está en las manos de Dios y en la voluntad del pueblo. El arquitecto, viviendo con el pueblo y dirigiéndose a Dios, va realizando su trabajo. La Providencia, según sus altos designios, es la que llevará a término la obra.

P: Para Barcelona, ¿qué supondrá el Gaudí beato?

R: Para la gran mayoría de los ciudadanos de Barcelona, será motivo de gran alegría. Un hombre que vivió en esta ciudad durante tantos años, que dejó un legado arquitectónico único. De los siete edificios declarados por la Unesco patrimonio de la Humanidad, seis están ubicados en la ciudad de Barcelona… Supondrá un reconocimiento desde la Iglesia a un hombre que tanto en su vida, como en su obra, se consideró un colaborador de Dios en la creación.

En el nº de 2.909 de Vida Nueva

 

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