La Iglesia venezolana califica de ofensa a los cristianos la ‘oración’ al presidente fallecido
El ‘padrenuestro chavista’ es un “pecado de idolatría” [ver extracto]
JOSÉ LUIS CELADA | El cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas, ha calificado de “pecado de idolatría” la oración “Chávez nuestro” dada a conocer el pasado 1 de septiembre por la delegada gubernamental María Estrella Uribe, durante la clausura del I Taller para el Diseño del Sistema de Formación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), celebrado en la capital del país. En un breve comunicado hecho público apenas dos días después, el purpurado recordaba, asimismo, que “los símbolos, oraciones y elementos religiosos católicos se deben respetar”.
En su pronunciamiento, bajo el significativo título de El “Padre Nuestro” [ver íntegro], Urosa se hace eco de un hecho que está en boca de sus compatriotas desde principios de este mes. “En estos días –escribe– se ha dado a conocer una nueva versión de la oración más universal del cristianismo: ‘el Padre Nuestro’”. Una plegaria que “se dirige al difunto presidente Chávez en lugar de a Dios, nuestro Padre Celestial”, denuncia el primado venezolano, antes de subrayar que “el Padre Nuestro, la oración por excelencia de los cristianos del mundo entero, proviene de los mismos labios de Nuestro Señor Jesucristo en el Sermón de la Montaña (Mt 6, 9-13), y por ello es intocable”. En su opinión:
Así como a nadie se le permitiría cambiar la letra del Himno Nacional para honrar a una persona, tampoco a nadie es lícito cambiar el Padre Nuestro o alguna otra oración cristiana, como el Credo.
El obispo de Caracas con Hugo Chávez en 2006.
E insiste: “Los símbolos, oraciones y elementos religiosos católicos se deben respetar”.
Más adelante, el arzobispo de Caracas advierte que “quien dijera esa versión nueva e indebida del Padre Nuestro ateniéndose al texto literal estaría cometiendo el pecado de idolatría, por atribuir a una persona humana cualidades o acciones propias de Dios”. Una admonición que, de uno u otro modo, alude a la propuesta realizada por Uribe durante el citado encuentro en la capital, cuando sugirió que “Chávez nuestro” fuera la “oración de los delegados” del PSUV, a modo de “compromiso espiritual”, aunque sin llegar a convertirse en una plegaria adoptada por el partido.
El cardenal Urosa asegura respetar “el afecto que muchos venezolanos sienten por el difunto Presidente”, pero sostiene que “es preciso recordar que el Padre Nuestro forma parte del patrimonio sagrado de la Iglesia Católica y de todas las Iglesias Cristianas, en el mundo entero”. Por tanto, “no es lícito modificarlo, manipularlo, instrumentalizarlo”, defiende el líder de la Iglesia venezolana, al tiempo que exige en nombre de todos los católicos de su país “que se respete el Padre Nuestro”.
Finalmente, el arzobispo de Caracas solicita a los dirigentes del Gobierno y del PSUV “evitar la difusión de esa supuesta oración, para que no haya otro motivo de división del pueblo venezolano”, antes de encomendarse a “nuestra madre amorosa, la Virgen de Coromoto”, bajo cuya protección invita a unirse a “todos en torno a Jesucristo, Dios y hombre verdadero, rezando el auténtico Padre Nuestro, para pedir a Dios la paz y la concordia en nuestra querida Venezuela”.
Maduro responde
Maduro y Cabello en el funeral de Chávez.
Un llamamiento que no tardó en desoír el presidente Nicolás Maduro, quien, saliendo al paso de las críticas episcopales al ‘padre nuestro chavista’, argumentó que se trata de “un poema” llamado “Chávez nuestro”, obra del Premio Nacional de Literatura William Osuna, y pidió respeto para el “pueblo creador”. Durante un acto gubernamental en el occidente del país pocos días más tarde, el mandatario calificó de “inquisidores” a los obispos que se habían pronunciado al respecto –entre otros, también el presidente del Episcopado y arzobispo de Cumaná, Diego Padrón, y el arzobispo de Mérida, Baltazar Porras–, asegurando que “odian” al fallecido Hugo Chávez. “No pudieron derrocar a Chávez (1999-2013), no pudieron con Chávez en vida y ahora lo que quieren perseguir es el amor espiritual que le tiene el pueblo”, clamó Maduro.
El presidente, que comparó el polémico “poema” con la obra del mismísimo Pablo Neruda, salió en defensa también de la delegada Uribe, una “humilde mujer a la que han salido a masacrar”. Solidaridad que compartió el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.
En el nº 2.908 de Vida Nueva
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