“Aspiramos a formar personas que alimenten su vocación y profesión de la fe cristiana”

El rector de Comillas apunta los retos de la Universidad Pontificia para el nuevo curso

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FRAN OTERO | El curso 2014-2015 ya ha comenzado en la Universidad Pontificia Comillas, y lo hizo con un acto académico en el que se hizo balance del pasado curso, pero, sobre todo, se miró hacia el futuro. Un futuro que estará marcado por el nuevo Plan Estratégico y por la necesidad de dar respuesta a numerosos desafíos. “Comenzamos un nuevo curso para hacer historia. (…) Tenemos más de medio millón de minutos por delante para hacer historia de la buena. Y lo podemos hacer con la entrega generosa y callada de cada día, entendiendo nuestro caminar dentro de una misión de servicio a la persona, a la sociedad y a la Iglesia que, en último término, pertenece a la historia de la salvación”, inició su intervención el rector de esta universidad, Julio L. Martínez, en presencia del nuncio en España, Renzo Fratini, y del provincial de España de la Compañía de Jesús, Francisco José Ruiz Pérez, así como de autoridades académicas, profesores, investigadores, alumnos…

En este sentido, Martínez insistió en la necesidad de que la universidad dé motivos para la esperanza, aun ante las historias de tremendo fracaso. Citó las noticias que este verano llegaban desde distintos lugares del mundo con “personas inocentes obligadas a dejar sus casas, ultrajadas en su dignidad; millones de desplazados por guerras, persecuciones, hambre o falta de las condiciones mínimas”. “¿Dónde buscamos el sentido ante tanta miseria humana? ¿Dónde nos apoyamos para no desesperar? (…). En la fidelidad al bien en lo concreto de la vida, poniendo mi pequeña historia y las alegrías y tristezas del mundo en una historia por suerte infinitamente mayor, la historia de Dios con la humanidad (…). En ese situarse hay un surtidor formidable e inagotable de motivación, de energía positiva y, aún más, de esperanza, que no se seca con los momentos difíciles y los días aciagos, que tendremos también a lo largo de este curso”, añadió.

Nuevo curso y nuevo Plan Estratégico, que se pone en marcha para los próximos cuatro años, y que tiene, entre sus prioridades, conocer cada vez mejor a los alumnos para “proponer los valores y el sentido”. “Es nuestra intención para los próximos años buscar modos eficaces para mejorar el conocimiento de cómo son y cómo viven nuestros estudiantes, porque nuestro modelo formativo aspira fervientemente no solo a formar buenos profesionales, de alta competencia, sino buenas personas que alimenten su vocación y el ejercicio de su profesión de la fe cristiana”, dijo Martínez.

A un nivel más organizativo, el Plan apuesta por la innovación, “siempre respetuosa con la esencia y la tradición y sin perder la perspectiva”, lo que ha provocado cambios en la oferta educativa con la puesta en marcha, por ejemplo, de dobles grados. Cambios a los que hay que añadir los que introduce el sistema universitario español, “que no siempre están adecuadamente sopesados ni armonizan bien con las necesidades de la nuestra y de otras universidades”. “Ante estos cambios innovaremos con cuidado y discernimiento, sin responder nerviosa o precipitadamente a cada cosa que se altere en el entorno universitario; evidentemente, siempre que no se trate de cosas de obligado cumplimiento. Junto a las demás universidades, hemos de tomar posición analítica y crítica ante las reformas que se decretan, a veces de modo bastante desconcertante”, advirtió.
 

Bienvenida al nuevo arzobispo

En otro orden de cosas, Julio L. Martínez recordó que ahora forman parte de la que desde el 21 de junio, es la única provincia jesuítica en España, así como, dentro de esta, de Unijes (universidades jesuitas) y de la Plataforma Apostólica Local de Madrid. Precisamente, sobre el próximo arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, también habló el rector de Comillas, que le dio la bienvenida: “Sabe que cuenta con nuestra disponibilidad y colaboración, y que, desde luego, nos adherimos a los deseos y propuestas que expresó en su carta. Colaboraremos con pasión por crear ‘una cultura del encuentro’ en nuestra querida ciudad de Madrid”.

Como en todo acto académico de estas características, hubo espacio para una lección inaugural, que en esta ocasión impartió el jesuita Santiago Madrigal Terrazas con el título Los jesuitas y el Concilio Vaticano II: Meditación histórica en el bicentenario de la restauración de la Compañía de Jesús. Por su parte, la secretaria general, Clara Martínez García, repasó con la lectura de la Memoria los contecimientos más significativos del pasado curso.

En el nº 2.908 de Vida Nueva

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