Francisco: “Hay que tener valor para casarse hoy en día”

También aludió al drama del paro pidiendo que “no prevalezca la lógica del provecho”

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ÁLVARO ESPINOSA (ROMA) | Con su habitual humor, el papa Francisco se refirió este 3 de septiembre a varias parejas de recién casados que se encontraban en la Plaza de San Pedro al decirles que “hay que tener valor para casarse hoy en día”.

“Vosotros sois unos valientes”, exclamó Francisco al saludar a los de recién casados que vestidos con sus trajes de novios acuden cada miércoles a la Plaza de San Pedro a escuchar la Audiencia del Papa. A todos ellos, el Santo Padre les aconsejó que se esfuercen “para mantener un contacto vivo y duradero con Dios, para que el amor sea siempre verdadero y duradero”.

Demostrando una vez más su implicación social, el Obispo de Roma se unió a los recientes llamamientos del Obispo de Terni-Narni-Amelia, en Italia, expresando su preocupación por la grave situación que están viviendo tantas familias de Terni, debido a intención de la empresa Thyssenkrupp, de despedir a cientos de sus trabajadores.

Una vez más dirijo un llamamiento, para que no prevalezca la lógica del provecho, sino la de la solidaridad y de la justicia. ¡En el centro de toda cuestión, también la laboral, hay que colocar siempre a la persona y su dignidad! ¡Con el trabajo no se juega! ¡Y el que, por motivos de dinero, de negocios y para ganar más, quita trabajo, que sepa que quita la dignidad a las personas!

Para finalizar, el Santo Padre también quiso expresar su cercanía a las minorías religiosa iraquíes que en las últimas semanas han sufrido una tremenda persecución, y alentó a rezar por la paz en el mundo:

La Iglesia es Madre y como todas las madres sabe acompañar al hijo necesitado, levantar al hijo caído, curar al enfermo, buscar al perdido y sacudir al dormido, así como defender a los hijos indefensos y perseguidos. Hoy quisiera asegurarles, especialmente a estos últimos, la cercanía: están en el corazón de la Iglesia; la Iglesia sufre con ustedes y se honra con ustedes; ustedes son su fortaleza y su testimonio concreto y auténtico de su mensaje de salvación, de perdón y de amor.

 

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