Castro Quiroga: “La guerrilla tiene que saber pedir perdón con el corazón”

El nuevo presidente del Episcopado colombiano llama a la paz a las FARC y al ELN

Asamblea plenaria del pasado mes de febrero.

Asamblea plenaria del pasado mes de febrero.

MIGUEL ESTUPIÑÁN (BOGOTÁ) | Luis Augusto Castro Quiroga, arzobispo de Tunja, tiene claro cuál será uno de los ejes referentes en su nueva función como presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), para la que fue elegido, el pasado 9 de julio, en el marco de la Asamblea General del Episcopado colombiano: “Ser un signo de que la Iglesia colombiana quiere trabajar por la paz”.

De hecho, ya durante la rueda de prensa posterior a su elección, el pastor hizo un llamado directo a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para que tomen en serio el proceso de negociación que se lleva a cabo en La Habana. En su opinión, hasta ahora, las negociaciones han permanecido al nivel de los conceptos y deben entrar en otra fase:

Falta la parte que los toca personalmente [a los guerrilleros], y es ahí donde queremos ver si realmente hay esa voluntad de paz (…). Si no ponemos afán en estas cosas tan delicadas, podemos saltarnos elementos muy importantes como trabajar por una reconciliación real.

A continuación, el titular de Tunja señaló que es necesaria la contribución de todos para alcanzar la reconciliación: “Tenemos que ponernos el corazón en paz y ser capaces de perdonar”. También advirtió que “no podemos quedarnos con una reconciliación barata, falsa o que sea en realidad un disfraz de la impunidad”. Una tarea que, en gran parte, corresponde al Gobierno en La Habana, aunque el prelado reconoce que esta “es muy complicada, porque hasta ahora se ha avanzado en lo fácil”.
 

Sin resentimiento ni rencor

Además, Castro añadió que, en el marco de la justicia transicional:

Luis Augusto Castro Quiroga.

Luis Augusto Castro Quiroga.

Las cosas tienen que ser claras, para que no quede resentimiento ni rencor en los corazones, ni repitamos la historia de otros países, donde se firmaron las paces pero cada uno siguió odiando.

Por ello, el nuevo presidente del Episcopado cree que “la guerrilla tiene que saber pedir perdón, no de dientes para afuera, sino con el corazón, respondiendo también por las cosas que hizo”.

También invitó a los miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) a iniciar pronto un proceso de negociación bajo el signo de la seriedad y sin que se caiga en los males que en el pasado se han visto.

Ellos son especialistas en dialogar y lo hacen con unas ganas terribles, pero, cuando llega el momento de asumir compromisos, se levantan de la mesa. Eso así no sirve. El diálogo debe ir por un camino eficaz y real hacia la consecución de la paz. En ese sentido, que les abran todas las puertas para un proceso que llegue al desarme, porque, si no llegamos hasta allá, es pura fantasía y nada más.

Otro de los objetivos de la Asamblea Plenaria fue también decidir quién será el nuevo vicepresidente de la Conferencia Episcopal. Para este cargo fue elegido Óscar Urbina, arzobispo de Villavicencio, quien remplazará a Fabio Suescún.

Por otra parte, en diálogo con Vida Nueva Colombia (VNC), Hernán Giraldo Jaramillo, administrador apostólico de Magangué, se refirió a la situación del municipio, donde, recientemente, hubo enfrentamientos entre la fuerza pública y personas que invadieron varios predios en menos de una semana. En los choques murió una persona. Había denunciado Giraldo en un comunicado:

Protesta contra las FARC.

Protesta contra las FARC.

Queremos hacer notar la magnitud del problema. En la ciudad somos 125.000 habitantes, de los cuales hay registradas 10.642 personas como desplazadas, y más del 70% de la población tiene las necesidades básicas insatisfechas, según datos del Sisbén, lo que demuestra una verdadera crisis estructural.

Por ello, el prelado exhorta a las entidades gubernamentales a buscar las soluciones a dichas problemáticas de manera urgente; también pide a los afectados no tomar las vías de hecho ni recurrir a medios violentos.

Según explica a VNC, hace seis años, debido a hechos de corrupción, se suspendieron en Magangué los planes de vivienda para los desplazados. Además, los actos de violencia ocurridos recientemente en la ciudad coincidieron con la captura de todos los miembros del clan de Emilse López, alias La Gata, que tenía su centro de operaciones en la región. Giraldo espera que la crisis actual del municipio se convierta en una oportunidad de cambio para que las autoridades se comprometan en la búsqueda de soluciones.

En el nº 2.905 de Vida Nueva

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