El Papa se refiere al Evangelio que “te cambia la vida” y al centenario de la Primera Guerra Mundial

Califica de “inútil masacre” la ‘gran guerra’ que hace un siglo asoló Europa

francisco-angelus

ÁLVARO ESPINOSA (ROMA) | El papa Francisco, destacó este 27 de julio que “el descubrimiento del Reino de Dios puede venir de improviso, como en la parábola del campesino que encuentra un tesoro, o después de una larga búsqueda, como el mercader de perlas finas que encuentra la perla preciosa tanto tiempo soñada”, momentos antes del rezo mariano.

San Francisco de Asís (Velázquez, 1620)

Ante miles de peregrinos, Francisco declaró que “tanto el tesoro como la perla valen más que todos los otros bienes” por este motivo el campesino y el mercader se dan cuenta inmediatamente del valor incomparable de lo que han encontrado y están dispuestos a perder todo con tal de tenerlos.

De esta manera, el Papa quiso explicar que “quien encuentra personalmente a Jesús queda fascinado, atraído por tanta bondad, tanta verdad, tanta belleza, y todo con gran humildad y simplicidad”.

Haciendo hincapié en estas palabras, el Obispo de Roma tomó como ejemplo la figura de san Francisco de Asís que era un cristiano, pero de “agua de rosas”, pero la lectura del Evangelio cambió su mentalidad “desvaneciendo todos sus sueños de gloria terrenal”. Declaró el Papa:

El Evangelio te hace conocer a Jesús verdadero y vivo; te habla al corazón y te cambia la vida, eres otro, has renacido. Has encontrado lo que da sentido, sabor y luz a todo, también a las fatigas, los sufrimientos, también a la muerte.

Después de la oración y bendición, el Papa hizo referencia al centésimo aniversario de la Primera Guerra Mundial, refiriéndose a ella como una “Inútil masacre”, que causó millones de víctimas con inmensas destrucciones, y pidió:

Que no se repitan los errores del pasado, sino que se tengan presentes las lecciones de la historia, haciendo siempre prevalecer las razones de la paz mediante un dialogo paciente y valiente.

Además el Sucesor de Pedro manifestó su preocupación por los conflictos que se viven en Medio Oriente, Irak y Ucrania. En este contexto el Santo Padre pidió una:

Oración para que el Señor conceda a las poblaciones y a las Autoridades de aquellas zonas la sabiduría y la fuerza necesaria para llevar adelante con determinación el camino de la paz, afrontando toda diatriba con la tenacidad del diálogo y de la negociación y con la fuerza de la reconciliación. Que al centro de cada decisión no se pongan los intereses particulares, sino el bien común y el respeto a toda persona.