Oración interreligiosa por la paz

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El 8 de julio, a un mes de la oración por la paz en Tierra Santa, llevada a cabo en el Vaticano entre el papa Francisco, Shimon Peres y Mahmud Abbas (VNC 102), tuvo lugar en la sede de la Arquidiócesis de Bogotá una reunión entre el cardenal Rubén Salazar, el Gran Rabino Alfredo Goldschmidt y el sheik Ahmad Tayel.

El encuentro quiso emular la reunión propiciada por el obispo de Roma. Contó, a su vez, con momentos de reflexión y oración, animados por cada uno de los líderes religiosos y dedicados a reparar tanto en la situación de Medio Oriente como en la de Colombia.  

Obra de la justicia

En su momento, el sheik Ahmad Tayel, líder de la comunidad musulmana, señaló que “la justicia y la paz van de la mano”. En consecuencia, invitó a promover un equilibrio entre la dimensión política y religiosa de la vida social. Por su parte, el rabino Goldschmidt destacó: “la oración de la paz implica concientizarnos y pedirle a Dios que haga recaer su bendición”. “La paz es un valor supremo”, añadió, “cuando rezamos por ella desde la comunidad judía, decimos que sea con bondad y con bendición. El ser humano ha de establecer puentes de comprensión”.

El cardenal Rubén Salazar celebró la gracia de la unidad entre los hijos de Abraham e introdujo el tema elegido para la jornada: Qué hermoso es ver a los hermanos unidos, comprometidos en la búsqueda de la Paz. “Nosotros los discípulos de Cristo hacemos propias las palabras del apóstol Pablo: «Cristo es nuestra Paz»; Él, con gestos y palabras, con su muerte por causa de nuestro pecado, fue gestor incansable de reconciliación. Desde el principio de su ministerio llamó bienaventurados a aquellos que trabajan por alcanzar la paz y envió a sus discípulos a llevarla de casa en casa, de pueblo en pueblo; prefiriendo la armonía fraterna a todo tipo de odio o de venganza”.

La reunión coincidió con una serie de hechos violentos presentados en Arauca. Recientemente, un cilindro bomba explotó durante una misa llevada a cabo en el complejo Caño Limón-Coveñas.

Según el cardenal, la paz no se reduce a la ausencia de guerra ni al equilibrio de las fuerzas adversarias, sino que con toda exactitud y propiedad se llama obra de la justicia: “ella se identifica con el pleno respeto de la dignidad de todo hombre y mujer creado a imagen y semejanza de Dios, con el gozo y cumplimiento de los derechos y deberes inherentes a esta altísima condición”.

TEXTO: VNC. FOTO: JOHAN MENDOZA

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