Uniendo Territorios

La música como estrategia de paz

 

IMG_2609-copia

Uniendo Territorios es el fruto de la unión de dos agrupaciones musicales: el Grupo Impacto, de Lloró (Chocó) y Marcando Territorio, de Buenaventura (Valle del Cauca), quienes decidieron juntar sus voces con el fin de hacer más fuerte su canto en defensa de los derechos humanos.

Buenaventura y Lloró son dos de las poblaciones más empobrecidas del país. Al conflicto armado que sufren se suma la amenaza de una implementación violenta de proyectos megaportuarios, por una parte, y de actividades extractivistas en el campo de la minería, por otra.

Uniendo-territorio-FlyerPor años, la principal víctima de lo que ocurre tanto en Buenaventura como en Lloró ha sido la población civil, fundamentalmente los sectores con mayor vulnerabilidad, como los jóvenes, los niños y las mujeres. Los integrantes de Uniendo Territorios señalan en un documento: “En el marco del conflicto armado, niños, niñas y jóvenes han sido afectados en sus derechos a la vida y a la integralidad, a las libertades personales y sexuales, a no ser vinculados a los grupos armados ni a otros preocupantes vejámenes que los han puesto en un estado de indefensión, limitando sus posibilidades de participación, educación y desarrollo en un entorno justo, equitativo y en paz”. 

Debido al panorama mencionado, los espacios de fortalecimiento comunitario se han visto debilitados. Sin embargo, la música ha sido, en medio de esta realidad, una ocasión para invitar a la juventud a construir espacios de paz y convivencia, a través del desarrollo de las capacidades artísticas. El intercambio entre el Grupo Impacto y Marcando Territorio ha fortalecido la esperanza de que dinamizando los procesos juveniles de concientización se puedan fortalecer los procesos comunitarios en defensa del territorio y de la capacidad de tomar decisiones.

No más corrupción

Wilber Ángulo Mondragón, líder de Marcando Territorio, explica que la mayoría de integrantes de su grupo provienen de barrios marginados en Buenaventura: Lleras, Alfonso López, La Playita, Independencia o Viento Libre. Ante el acoso de la violencia y de la pobreza, los jóvenes en estas localidades se ven seducidos por las actividades de los grupos ilegales, quienes, entre otras cosas, los usan para “hacer mandados”, a cambio de algún beneficio monetario. “La zona de Bajamar concentra a la mayor parte de la población pobre, donde los jóvenes presentan una situación casi nula de posibilidades frente al acceso a un trabajo digno o a terminar sus estudios, ingresar a una universidad o a desarrollar actividades propias de su cultura”, explica el documento antes citado. Wilber, por su parte, sostiene que en ello está la razón de por qué muchas personas jóvenes se ven obligadas a emprender el camino de los grupos armados y a poner sus manos al servicio de actividades ilegales. Él mismo ha perdido amigos que se involucraron en el conflicto en busca de mejor vida. “Les negaron muchos sueños cancelados”, sostiene.

IMG_2573-copia

Con todo, el lenguaje que Marcando Territorio emplea en sus canciones, y el tono de sus letras, si bien denuncia lo que ocurre en Buenaventura, lanza un mensaje respetuoso de conciencia a la población involucrada en el actuar delictivo. Wilber afirma: “no hemos tenido roces con los miembros de las pandillas. Muchos nos explican las razones que los llevaron a estar así y, cuando nos oyen cantar, algunos nos dicen «yo quiero estar allá como ustedes»”. “Eso me da fuerza para seguirlo intentando, para comunicar el mensaje al violento y que él me vea como un joven que le está tocando el corazón”, añade. 

He aquí algunos fragmentos de las canciones de Marcando Territorio: “Los jóvenes se han vuelto esclavos de la muerte”. “Hoy me cuesta enfrentarme a la realidad”. “Somos seres humanos y eso me afecta”. “Vivimos en un mundo donde los derechos no valen, te trabajan la mente con falsa información”. Desde que el grupo nació, hace cerca de 4 años, se ha convertido en un espacio de resistencia para un nutrido grupo de jóvenes. El hip hop ha sido la ocasión para generar ambientes de convivencia entre cantantes de distintos géneros. Hoy son un referente en el municipio. “Las calles, los barrios y las comunas son nuestros escenarios; las tarimas donde trasmitimos nuestro mensaje y los micrófonos nuestra mejor arma para defender la vida”

Los puentes de la palabra

Delfino Cuesta Rentería, comenzó a formarse como agente de transformación social en el 2008. Desde entonces ha participado en cursos sobre derechos humanos, políticas públicas y consulta previa. Su gusto por la música se ha convertido en un medio para llegar a las comunidades. Junto al Grupo Impacto de Lloró adelanta en la actualidad procesos de educación para la paz al servicio de niños y niñas. Cada fin de semana los integrantes de su agrupación acuden al encuentro de la población infantil de la región para hablar de la defensa del territorio y de los derechos del niño. “Luego de hablar, comenzamos a plasmar con ellos las canciones; los ayudamos en cuanto a la música, las bases, las métricas y la forma de escribir”. La siguiente es una composición colectiva, el mensaje de un grupo de niños, niñas y adolescentes a partir del mundo que están viviendo en Chocó.

“Somos niños y adolescentes en busca de la paz para toda la gente. Somos jóvenes sobrevivientes de una guerra que ocasiona muchas muertes. No más violencia ni sufrimiento. Merecemos que respeten nuestros derechos. Somos niños que pedimos y niños que exigimos que cambiemos esta realidad en la que vivimos, porque no es justo que vivamos inseguros y que cada que vez que caminamos nos encontremos un mundo de amenazas, discriminación, egoísmo, muertes, violación, drogadicción… esas cosas que nos limitan a ser libres y (a) caminar por la callecita de nuestro barrio y nuestra comuna. Somos una sola nación ¿Qué nos hace pensar que la calma está en un arma, si optaron por dejar las palabras? Sus armas alimentan nuestro terror pero el mundo es el que gira a nuestro alrededor. Lucharemos, no desistiremos y como una manada nos defenderemos ante ustedes que matan y entierran a nuestro pueblo, desatando un infierno que muchos no logran ver. Los niños gritan paz; la juventud, paz; una paz que anhelamos y podemos lograr. Brindamos amor en vez de guerra; amor a la tierra aunque no comprendan”.  

IMG_2580-copia

Cuando el Grupo Impacto de Lloró y Marcando Territorio se encontraron, el proceso a seguir fue el mismo: compartir experiencias acerca de la vida en regiones difíciles del país y hacer de la música una ocasión para levantar un mensaje desde la no violencia activa. Juntos profundizaron el alcance que tiene la palabra cuando, a pesar del miedo, el ser humano hace de ella un instrumento poderoso de transformación y de conciencia. A través de la palabra, Chocó y Valle del Cauca tendieron puentes desde la música. De nosotros depende seguir generándolos.

TEXTO: Miguel Estupiñán. FOTOS: Wilber Angulo

Compartir