Un catecismo para el mundo de hoy

La Conferencia Episcopal completa con Testigos del Señor los documentos de fe para la iniciación cristiana de niños y adolescentes

Catecismo

Un catecismo para el mundo de hoy [ver extracto]

FRAN OTERO |Queridos amigos: los obispos, que tenemos la misión de ser padres en la fe, os entregamos el catecismo Testigos del Señor con alegría y esperanza. Recordad que no es un libro más, pues presenta el tesoro de la fe de la Iglesia y, además, necesita ser leído en compañía de la Iglesia: catequistas, el grupo de catequesis, sacerdotes, familia… No olvidéis que a veces nos toca vivir a contracorriente la belleza de la fe. No tengáis miedo. Son muchos los testigos del Señor que os acompañan“.

Con estas palabras, los obispos españoles hacen entrega de manera simbólica a todo el Pueblo de Dios –sacerdotes, familias, catequistas, religiosos…– del catecismo Testigos del Señor para la iniciación cristiana, que está dirigido a niños y adolescentes de entre 10 y 14 años.

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De hecho, durante las Jornadas Nacionales de Delegados Diocesanos de Catequesis, celebrada los pasados 25 y 26 de junio, se escenificó físicamente esta entrega en una Eucaristía que presidió el arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez, al que acompañó, entre otros obispos, el presidente de la Subcomisión Episcopal de Catequesis y obispo de Plasencia, Amadeo Rodríguez Magro.

Dijo entonces Blázquez: “La catequesis forma parte de los cimientos de cada comunidad cristiana, de los ministros de la Iglesia, de los servidores de la fe. Este catecismo para la iniciación cristiana, de la continuación de la iniciación cristiana, está llamado a dar un servicio inmenso a nuestras diócesis”.

Lo cierto es que con esta obra se completan los textos –tres en total, un libro y dos catecismos– para la iniciación cristiana de niños y adolescentes que ha preparado la Conferencia Episcopal. Se completa, además, un proceso que comenzó en 1992 con la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica, tras el cual el hoy santo Juan Pablo II pide que se tome como base para los catecismos locales.

Es en 1996 cuando comienza la elaboración de los textos, liderada por el Secretariado de la Subcomisión Episcopal de Catequesis y cuyos resultados empiezan a hacerse visibles con la publicación del libro Los primeros pasos en la fe (2006) y el catecismo Jesús es el Señor (2008) –para la iniciación sacramental– y que se completa con el ahora presentado Testigos del Señor (2014) –para el crecimiento y la primera síntesis de la fe–.

Lo novedoso de este catecismo no es el contenido, pues el depósito de la fe es el mismo, sino la manera en la que se presenta, las formas, los métodos… “Un texto –como dice a Vida Nueva el director del Secretariado de la Subcomisión Episcopal de Catequesis, Juan Luis Martín Barrios– muy bien elaborado, pensando en cómo transmitir el mensaje a chicos y chicas entre 10 y 14 años, un mensaje que sea significativo para su vida hoy”.
 

Acogerlo, asimilarlo y aplicarlo

Martín Barrios, José Manuel Estepa, Amadeo Rodríguez y Javier Viñals.

Martín Barrios, José Manuel Estepa, Amadeo Rodríguez y Javier Viñals.

En esta entrega y recepción, Martín Barrios incide en la necesidad de acogerlo en el corazón, pues “es un documento de fe, el testamento de la Iglesia, lo que ella cree, celebra, vive y ora; de asimilarlo, por los agentes de la transmisión de la fe; y aplicarlo, es decir, usarlo bien, pues el objetivo es la iniciación cristiana”.

A lo largo de sus más de 300 páginas, se han tenido muy en cuenta y cuidado especialmente los contenidos del mensaje, los destinatarios en el contexto social, cultural y religioso en el que viven, así como una metodología adecuada para contenido y destinatario de modo que se pueda descubrir la autenticidad del mensaje y producir el encuentro con Jesucristo.

En este sentido, y a tenor de las indicaciones del Directorio General de Catequesis (n. 135), este nuevo catecismo se presenta siguiendo la estructura de la Vigilia Pascual y sus grandes momentos [ver recuadro]:

  • 1. Jesucristo es la luz.
  • 2. Jesucristo es la Palabra.
  • 3. Jesucristo es la Verdad.
  • 4. Jesucristo es la Vida.
  • 5. Jesucristo es el Camino.

Cinco grandes partes diferenciadas por colores que suman un total de 50 temas. Así lo explicó Blázquez en la referida Eucaristía:

Es Cristo que, con el símbolo de la luz, viene al encuentro de la comunidad cristiana, y es aclamado como la luz del mundo. Jesucristo, la luz del mundo, nos abre un camino, abre una puerta para hacer avanzar en la iniciación cristiana, en el camino de la Iglesia, en el bien de la Iglesia podemos y hemos sido reconocidos. Hay un camino desde la creación y el Antiguo Testamento, el camino de la Palabra de Dios (…)
Y así llegamos al momento culminante de la historia de la revelación y de la salvación de Dios: A Jesucristo, que es la plenitud y el mediador de la Revelación. Jesucristo es el rostro viviente y personal de la Palabra de Dios, y ocupa un lugar central en la estructura del catecismo.

 

Interrogantes

Blázquez entrega el nuevo catecismo a los niños.

Blázquez entrega el nuevo catecismo a los niños.

Este nuevo documento de fe no es simplemente una exposición de contenidos, pues también plantea interrogantes. ¿Es difícil ser cristiano?, ¿qué tiene que ver mi fe en Dios con la Iglesia?, ¿cómo puede ser verdad la Biblia si no todo lo que contiene es correcto científicamente?, ¿por qué Dios no impide el mal?, ¿dónde está Jesús hoy? ¿se puede seguir a Jesús fuera de la Iglesia?, ¿Dios me indica cómo actuar?, ¿por qué debo siempre pensar en los demás?, son algunas de las cuestiones que se plantean y que, como recuerda Martín Barrios, no son otras que las que formulan los propios niños y adolescentes, y que el catecismo plantea para que conozcan progresivamente las respuestas.

Así, cada tema –diferenciados por colores– incluye varios elementos para entender mejor la fe: el Anuncio, con una imagen y un texto bíblico, que avanzan el tema, así como con una narración de la acción de Dios en la historia.

Y distintos apartados pensados para comprender, celebrar y vivir la fe: ‘Explicación de la fe’, ‘Vida del cristiano’, ‘Invitación a la oración y sentido de la liturgia’, ‘Testimonio de la Iglesia’. Todo esto se completa con llamadas y recuadros explicativos, al que hay que añadir dos anexos con fórmulas de fe y un compendio de oraciones.

Una vez presentado y entregado, el director del Secretariado de la Subcomisión Episcopal de Catequesis apunta una serie de verbos que deben marcar la acogida de este nuevo catecismo:

Leerlo en y desde el corazón de la Iglesia; orarlo; entrañarlo, es decir, hacerlo propio, como el álbum de familia, donde se ve el rostro de los seres queridos. Saborearlo, gustarlo, porque cuando uno lo contempla, queda cogido por dentro; y, finalmente, ofrecerlo y trabajarlo.

 

Con una ‘Guía Básica’

Sobre esto último, continúa Juan Luis Martín Barrios, se están abriendo caminos. De hecho, a partir de septiembre se va a ir presentando en las Jornadas de Catequesis de cada diócesis y se ofrecerá en la dinámica de la formación permanente del clero… Además, para facilitar su recepción y trabajo, se ha elaborado una Guía Básica destinada a los responsables de Catequesis y a los catequistas.

Según el director del Secretariado de la citada subcomisión, este catecismo está a disposición de todos como referente para la elaboración de materiales complementarios: “La guía es un auxilio para comprender, conocer y trabajar el catecismo, pero después, las delegaciones y secretariados diocesanos de Catequesis, las editoriales o los movimientos apostólicos pueden elaborar sus propios materiales, fichas de trabajo…”.

Se trata, en definitiva, “del catecismo de todos y para todos los católicos y quienes deseen abrazar la fe”. “En la Iglesia es un don de Dios y una tarea nuestra. El don se nos ha regalado (testamento); la tarea es que tenemos que hacerlo vida en nosotros (álbum familiar)”, concluye Martín Barrios.
 

Siguiendo la Vigilia Pascual

El catecismo Testigos del Señor ha elegido seguir el desarrollo de la Vigilia Pascual para mostrar la fe de la Iglesia a niños y adolescentes. De hecho, sus cinco partes son, al mismo tiempo, momentos de la celebración más importante del año.

1. Jesucristo es la luz. Presenta el núcleo de la fe en Jesucristo transmitida y vivida por la Iglesia en el tiempo (Lucernario).

2. Jesucristo es la Palabra. Se narra la historia de la amistad de Dios con los hombres desde la creación hasta la Alianza establecida con Israel (liturgia de la Palabra, lecturas del Antiguo Testamento).

3. Jesucristo es la Verdad.Se expone la culminación de la Historia de Salvación en Cristo, centrada en su misterio pascual (liturgia de la Palabra, lecturas del Nuevo Testamento).

4. Jesucristo es la Vida. Señala la continuidad y la novedad de la obra salvífica de Dios en Cristo, por el Espíritu, en la Iglesia. Está centrada principalmente en los sacramentos, siendo el bautismo el primero de ellos (liturgia bautismal).

5. Jesucristo es el Camino. Centra su itinerario en Cristo resucitado, presente en la Iglesia, que continuamente alienta la vida y esperanza de los cristianos. Dedicada principalmente a la moral y a los mandamientos vividos como Cristo los vivió (liturgia eucarística y envío).

En el nº 2.902 de Vida Nueva

  • Presentación del nuevo catecismo:

Video provided by Conferencia Episcopal Española

© Conferencia Episcopal Española
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