Testigos del señor

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AMADEO RODRÍGUEZ MAGRO (Obispo de Plasencia y presidente de la Subcomisión Episcopal de Catequesis) | Con este sugestivo título, la Conferencia Episcopal Española acaba de presentar un nuevo catecismo para la iniciación cristiana. Con él se ofrece el último instrumento al servicio de la catequesis en un itinerario que va entre los 0 y los 14 años.

Testigos del Señor se sitúa en los últimos cuatro años y tiene muy en cuenta la edad y las circunstancias psicológicas y religiosas de aquellos a los que se dirige, el contexto cultural en el que va a ser utilizado, así como el clima misionero en el que hoy se transmite la fe.

El catecismo le ofrece a la catequesis, y en ella a los catequistas, la posibilidad de que le transmitan a estos chicos y chicas una sólida síntesis de fe que les ayude a personalizar su experiencia cristiana en esa complicada pero rica edad de la vida.

Testigos del Señor presenta su contenido siguiendo el itinerario de la Vigilia Pascual, centro del Año Litúrgico y corazón de la fe. En torno al encuentro con Jesucristo se van desarrollando los cincuenta temas del catecismo y, a lo largo de todos ellos, se propone la identificación del cristiano con la Pascua del Señor. Como en la Vigilia Pascual, la vida cristiana se despliega en el catecismo en cinco partes: Jesucristo es la Luz; Jesucristo es la Palabra; Jesucristo es la Verdad; Jesucristo es la Vida; y Jesucristo es el Camino.

Entrando en cada una de esas partes, se van identificando también los cuatro pilares de una fe integral: la fe profesada (el Credo); la fe celebrada (los Sacramentos); la fe vivida (los Mandamientos); y la fe rezada (el Padrenuestro). El catecismo quiere educar en los contenidos y valores específicos del cristiano, y lo hace, como se puede comprobar, de un modo sencillo, esencial e íntegro. En efecto, todo en él está al servicio de ir cultivando una identidad cristiana coherente y comprometida; naturalmente desde el respeto a otros modos de pensar y de actuar. Por eso, el catecismo ha de ser leído cordial y religiosamente, y siempre interpretado en y desde el corazón de la Iglesia.

Con un estilo narrativo y sugerente, enriquecido por oportunas y ricas citas bíblicas, tema a tema se va presentando el contenido íntegro, orgánico y sistemático del catecismo, que en todo momento procura encontrar una aplicación en la vida de los chicos, y en cada tema concluye con una oración, con una fórmula de fe, con una cita de los Santos Padres o del Magisterio de la Iglesia y con el testimonio de algún santo.

Como parte del contenido, el catecismo ha querido seguir el camino de la belleza y, por eso, se puede encontrar en él una selección de imágenes del arte cristiano, así como unos bellos y adecuados dibujos que muestran de un modo elocuente la doctrina. Este catecismo quiere ser una especie de álbum de la fe en el que aparecen unidos el lenguaje escrito y el del arte.

Como Testigos del Señor completa el itinerario en el que se suelen recibir los sacramentos de iniciación cristiana, en él se hace una referencia especial al Sacramento de la Confirmación, que de modo habitual se recibe en estas edades.

No obstante, en todo momento se quiere salvaguardar la unidad entre el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía y siempre se pone de relieve que la meta del itinerario catequético-sacramental de nuestros niños y adolescentes es la vida eucarística. Invito, pues, a conocerlo a fondo y a ver en él, junto a Jesús es el Señor (6-10 años), el texto oficial para la educación en la fe de niños y adolescentes en la Iglesia española.

Su uso en todas nuestras parroquias está al servicio de la armonía y la unidad de la fe.

En el nº 2.902 de Vida Nueva

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