“La Iglesia no es una ONG, ni se limita a sacerdotes, obispos y Vaticano: somos todos”

Laudate Dominum

El papa Francisco inicia una nueva serie de catequesis sobre la Iglesia

20140618cnsbr5780

ÁLVARO ESPINOSA (ROMA) | El papa Francisco, celebró el miércoles 18 de junio, rodeado de fieles y peregrinos en la Plaza de San Pedro su habitual Audiencia General.

Antes de salir a la plaza, Francisco ha pasado unos minutos en el aula Pablo VI, donde ha podido saludar a un grupo de enfermos y ancianos que allí se encontraba.

La semana pasada, Francisco concluyó la serie de catequesis sobres los dones del Espíritu Santo, y hoy ha comenzado una nueva sobre la Iglesia. El Papa destacó que la Iglesia es de todos, una realidad abierta a toda la humanidad, y no restringida a unos pocos.

Francisco dejo claro que “la Iglesia no es una ONG ni se limita a los sacerdotes, los obispos y el Vaticano: la Iglesia somos todos”. Citando palabras textuales, el Papa señaló que “es algo así como un hijo que habla de su madre, de su familia”.

El Papa inició su homilía comentando la fe de Abraham, el padre de las tres religiones monoteístas, quien emprendió viaje hacia una tierra desconocida cuando Dios se lo pidió:

Sacrificio de Isaac, por Laurent de La Hyre, 1650 (detalle).

Sacrificio de Isaac, por Laurent de La Hyre, 1650 (detalle).

Abraham no tenía libros de teología, se fiaba de Dios. Él y su familia se pusieron en marcha sin saber bien quién era ese Dios y a dónde les quería llevar.

El Santo Padre, destacó que “Abraham no convoca a ese pueblo, no es una obra humana para la que se pide la bendición de Dios. Es Dios quien toma la iniciativa. Su amor es la clave de todo.

También quiso dejar claro que pese a ponernos en camino como Abraham muchas veces fallamos, es la historia de la fidelidad de Dios y de la infidelidad del pueblo. Concluyó el Santo Padre:

Es la paciencia de Dios, la que no se cansa de educarnos, como un Padre a un hijo, no se cansa de perdonarnos. El reconocernos pecadores nos permite acoger esta misericordia del perdón y esto nos hace crecer en la Iglesia, y no por nuestros méritos sino por la experiencia cotidiana del Amor de Dios.

El Papa también ha querido recordar que el 20 de junio se celebra la Jornada Mundial del Refugiado, que la comunidad internacional dedica a quién está obligado a dejar la propia tierra para huir de los conflictos y de las persecuciones. “El número de estos hermanos refugiados está creciendo y en estos últimos días, otras miles de personas han sido empujadas a dejar sus casas para salvarse“, ha observado.

Asimismo ha subrayado que “millones de familias refugiadas en tantos países y de diversa fe religiosa viven dramas y heridas que difícilmente podrán ser sanadas“. Por eso, el Santo Padre ha invitado a “volvernos cercanos a ellos, compartiendo sus miedos y su incertidumbre por el futuro y aliviando concretamente sus sufrimientos“.

Finalmente el Papa ha pedido que “el Señor apoye a las personas y a las instituciones que trabajan con generosidad para asegurar a los refugiados acogida y dignidad, y darles motivos de esperanza”.   

“Pensemos que Jesús ha sido un refugiado, ha tenido que huir para salvar la vida. Con san José y la Virgen. Ha tenido que irse a Egipto. Él ha sido un refugiado”, ha recordado el Papa. De este modo el Francisco ha pedido rezar a la Virgen “que conoce los dolores de los refugiados”.

Por ello rezó un Ave María con todos los presentes.

  • Resumen de la Audiencia General:

Video-news service provided by Laudate Dominum

© Laudate Dominum
Laudate Dominum

Compartir