Josep Àngel Saiz Meneses: “Se ha hecho más próxima la persona del obispo”

Entrevista con el obispo de Terrassa, Josep Àngel Saiz Meneses

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JORDI LLISTERRI (BARCELONA) | Josep Àngel Saiz Meneses (Sisante, Cuenca, 1956) era obispo auxiliar de Barcelona cuando le nombraron obispo de la nueva sede de Terrassa. Había llegado a Barcelona de pequeño, pero completó su formación en Toledo. A su regreso a la capital catalana, fue una de las personas de confianza de Ricard Maria Carles. Habla del contacto con la gente en las visitas pastorales y del seminario.

P: ¿Qué es lo primero en la construcción de una diócesis?

R: Hay que construir una curia, delegaciones, tribunal, el seminario, otros servicios… En la homilía inicial hablé de las prioridades que siempre he tenido: la nueva evangelización y los pobres. Y una tercera, la de escuchar a los sacerdotes, ayudarlos y acompañarlos. Fue un momento de escuchar y dialogar mucho. Toca mirar al futuro. El organigrama esta completado.

P: ¿Quedan reticencias?

R: No. Siempre se puede encontrar alguno que dice que le podían haber consultado, haber explicado mejor las cosas…, pero creo que la diócesis va adquiriendo una fisonomía propia. Entre todos lo hemos hecho y no hay nostalgias. La principal finalidad de la división era hacer más próxima la persona del obispo, y esto creo que se ha conseguido. Y todo el mundo lo agradece.

P: ¿No continúa Barcelona siendo muy fuerte?

R: Lo que sí hay es mucha coordinación interdiocesana y una colaboración entre las tres diócesis y las del resto de Cataluña. El peso de Barcelona es evidente, porque estamos a 14 kilómetros, pero hemos ido tomando una identidad y fisonomía propias. Además, en estos años he ordenado 24 sacerdotes, o lo que es lo mismo, un 20% del presbiterio.

P: En el tema económico, ¿la división ha sido complicada?

R: Tuvo su complejidad. Gracias a Dios, todo está resuelto y cerrado. No queda nada pendiente. No son tres empresas, son negociaciones entre familia, entre hermanos, y esto no lo debemos olvidar. Creo que el reparto ha sido correcto.

En el nº 2.899 de Vida Nueva

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