Francisco en el memorial del Holocausto: "¡Nunca más, Señor, nunca más!"

Encuentro con supervivientes del Holocausto judío en la Segunda Guerra Mundial

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JAVIER RODRÍGUEZ | Como parte de su periplo hoy en Jerusalén, tras la visita al Muro de las Lamentaciones, el papa Francisco acompañado del presidente Peres y el primer ministro Netanyahu, ha acudido al al museo Yad Vashem de Jerusalén, dedicado a las víctimas de la Shoah.

ESPECIAL: Peregrino de la paz.

Allí Francisco ha rezado ante la cripta que contiene cenizas de las víctimas y una corona de flores amarillas y blancas en el Hall del Recuerdo. Luego, uno por uno, besó las manos de media docena de sobrevivientes del Holocausto mientras escuchaba sus historias y las de sus familias y amigos asesinados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Por ejemplo Joseph Gottdenker, nacido en Polonia en 1942, contó al Santo Padre cómo fue salvado por católicos que lo mantuvieron escondido durante la Shoah. El hombre, que ahora vive en Canadá, confesó haberse emocionado más de lo que esperaba al encontrarse con el Sumo Pontífice. “Las personas católicas que me salvaron y arriesgaron sus vidas y las de sus familias para hacerlo están mirándonos hoy, orgullosas de verme encontrar al líder de su fe”, contó a los medios de la ceremonia.

Para terminar el ceremonial, el papa Bergoglio pronunció un emotivo discurso [ver íntegro], más bien una oración dedicada a las víctimas con el trasfondo tan presente en todo su pontificado del valor de la misericordia.

¿Quién te ha convencido de que eres dios? No sólo has torturado y asesinado a tus hermanos, sino que los has ofrecido en sacrificio a ti mismo, porque te has erigido en dios.

Visita a los rabinos

Tras el acto, Francisco ha acudido Centro Heichal Shlomoal en visita de cortesía a los dos Grandes Rabinos de Israel, el Gran Rabino Askenazi David Lau y el Gran Rabino Sefardita Yitzhak Yosef. En lo que es la Sede del Gran Rabinato de Israel ha manifestado:

El Papa entre los dos Grandes Rabinos.

El conocimiento recíproco de nuestro patrimonio espiritual, la valoración de lo que tenemos en común y el respeto en lo que nos separa, podrán marcar la pauta para el futuro desarrollo de nuestras relaciones, que ponemos en las manos de Dios.

Acogido por el director general del Centro y acompañado hasta la sala donde ha tenido lugar el encuentro con los dos rabinos, han compartido unos instantes de charla privada y acto seguido han pasado a la sala donde el Sumo Pontífice ha pronunciado su discurso [ver íntegro].

El Papa ha recordado que siendo arzobispo de Buenos Aires contaba con la amistad de muchos hermanos judíos y cómo juntos organizaron provechosas iniciativas de encuentro y diálogo. Francisco ha subrayado “el deseo recíproco de conocernos mejor, de escucharnos, de construir lazos de auténtica fraternidad” en un camino abierto por el Concilio Vaticano II y la iniciativa de san Juan Pablo II en 2002, al punto de calificar las relaciones en los últimos decenios entre judíos y católicos de “un auténtico don de Dios, una de las maravillas que Él ha realizado, y por las cuales estamos llamados a bendecir su nombre”.