Singapur busca retornar a lo esencial de la fe

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MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Conscientes de vivir en un presente marcado por el descenso vocacional y la menor implicación de los jóvenes en sus parroquias, la Archidiócesis de Singapur ha impulsado un renovador plan pastoral para la próxima década.

En un reciente encuentro con más de 750 cristianos comprometidos, entre sacerdotes, religiosas y laicos, el arzobispo William Goh presentó las líneas maestras de la acción a emprender, comprendidas en su espíritu en el lema de la cita: Construir una Iglesia evangélica y misionera.

William Goh.

William Goh.

En su charla, recogida por la agencia Fides, el prelado apostó por que los cristianos sean instrumentos útiles de la Providencia, pues “solo el Espíritu Santo puede tocar las vidas de las personas”. Un objetivo que únicamente se puede alcanzar mostrándose ante la sociedad como una comunidad realmente “inclusiva y compasiva”.

Esto es, no marginando en ningún caso a personas como los pobres, los homosexuales, los divorciados o las mujeres que han abortado. “Tened compasión de ellos”, enfatizó Goh. A continuación, el pastor recalcó que el futuro de la comunidad cristiana en Singapur ha de estar marcado necesariamente por una vuelta a los orígenes, a lo más esencial de la fe: “Lo más importante es que cada comunidad parroquial recomience desde la centralidad de la Palabra de Dios; es necesario que se formen grupos de escucha y de intercambio de la Palabra”.

Un objetivo que, lejos de quedarse en un mero deseo retórico, la Archidiócesis de Singapur concreta de un modo detallado. Así, además de plantearse la creación de 30 nuevas parroquias, la primera etapa de este plan pastoral para una década se evaluará ya en su primer trienio.

Un tiempo que se verá marcado, año a año, por un gran acontecimiento: en el primero, se creará una Oficina Diocesana para la Nueva Evangelización; en el segundo, esta se establecerá en todas las parroquias; y, en la tercera, un sínodo diocesano analizará las luces y sombras del camino recorrido hasta entonces.

Lejos de imponerse de un modo personalista, el proyecto del arzobispo fue aprobado en el trascurso de la misma asamblea. Y de un modo directo y rápido, rellenando todos los presentes, a través de un dispositivo móvil, una amplia encuesta.

En el nº 2.895 de Vida Nueva

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