Libros

Cuestión de vida o muerte


El autor denuncia que la mayoría de lo que se presenta como sostenible no lo es

Nos encontramos ante un texto breve, fácilmente comprensible y orientado a la praxis, en el que el autor Leornardo Boff deja muy claro desde el principio cuál es su posición. Recesión de José Ramón Amor Pan.

L_SalTerrae

Título: La sostenibilidad. Qué es y no es

Autor: Leonardo Boff

Editorial: Sal Terrae, 2013

Ciudad: Madrid

Páginas: 192

JOSÉ RAMÓN AMOR PAN | Llevo muchos años leyendo libros y artículos sobre la crisis ecológica, el desarrollo sostenible y la necesidad de un cambio de modelo económico, industrial, social y cultural. Tampoco es el primer libro que leo de Leonardo Boff sobre este tema.

Incluso en alguna ocasión he publicado mis propias reflexiones sobre la materia, como el Pliego que apareció el año 2010 en Vida Nueva (VN, nº 2.708). Y es que este asunto fue uno de los que inspiró a Potter a alumbrar la Bioética en 1970, no como una disciplina académica sino como un auténtico credo de vida. Digo todo esto porque el libro de Leonardo Boff que tengo entre las manos me ha resultado muy interesante y, cosa rara, me lo he leído casi de un tirón. Lo cual quiere decir, lógicamente, que recomiendo su lectura. Veamos por qué.

Nos encontramos ante un texto breve, fácilmente comprensible, escrito limpiamente, sin formulaciones alambicadas o rebuscadas, orientado a la praxis, que deja muy claro desde el primer momento cuál es su posición: la palabra sostenibilidad se utiliza mucho, pero “lo que se da frecuentemente es una cierta falsedad ecológica (…). Por lo general, la mayoría de lo que se presenta como sostenible no lo es (…). Tenemos que cambiar (…). Más que nunca, habría que usar con propiedad la palabra revolución”.

¿Por qué esto último? Sencillamente, porque la sostenibilidad real, verdadera, efectiva y global es una cuestión de vida o muerte, ya que la situación actual se encuentra social y ecológicamente muy degradada, lo cual urge a una transformación de la mente y del corazón. Como nos dice Boff:

Vivimos tiempos dramáticos, a la vez que esperanzadores (…). No nos encontramos ante una tragedia anunciada, sino en el corazón mismo de una crisis fundamental que habrá de acrisolarnos, purificarnos y permitirnos dar un salto hacia una humanidad sostenible.

Nuestro autor tiene más razón que un santo cuando escribe:

El modo de producción industrialista, consumista, despilfarrador y contaminante consiguió hacer de la economía el principal eje articulador y constructor de las sociedades. El mercado libre se transformó en la realidad central, sustrayéndose al control del Estado y de la sociedad, transformándolo todo en mercancía (…). La política fue vaciada de contenido o sometida a los intereses económicos, y la ética se vio enviada al exilio. Lo bueno es ganar dinero y hacerse rico, no ser honrado, justo y solidario (…). La estrategia de los poderosos consiste en salvar el sistema financiero, no en salvar nuestra civilización y garantizar la vitalidad de la Tierra (…). Atacamos a la Tierra en el suelo, en el subsuelo, en el aire, en el mar, en las montañas, en los bosques, en los reinos animal y vegetal (…). En esta guerra total, fruto del ansia de lucro y de la voluntad de acumular y de poder, estamos rompiendo un límite que, una vez superado, pone en peligro la salud de Gaia (…). La Tierra se encuentra, hace ya bastante tiempo, en números rojos.

 

Modelos de desarrollo

El libro hace un recorrido por los orígenes del concepto de sostenibilidad; presenta un atinado resumen de los modelos actuales de desarrollo sostenible y hace la valoración de los mismos; enumera cuáles son los principales factores que nos han conducido a la crisis y que nos impiden salir de ella (visión de la Tierra como cosa y baúl de recursos, antropocentrismo ilusorio, la idea de progreso ilimitado, una visión compartimentada, mecanicista y patriarcal de la realidad, el individualismo y la dinámica de competición, la primacía del desperdicio sobre el cuidado, del capital material sobre el capital humano); para, finalmente, ofrecer los presupuestos cosmológicos y antropológicos de un concepto integrador de sostenibilidad, entendiendo que la ecología abarca la sociedad (ecología social), la mente humana (ecología mental), la industria (ecología industrial), las ciudades (ecología urbana) y las redes de conexión con el cosmos (ecología integral).

En este sentido, diez son los principios que nos ofrece Leonardo Boff para orientar nuestra actuación y encaminarnos hacia la ansiada meta:

  • 1) Reconocer que la Tierra es Madre.
  • 2) Rescatar el principio de re-ligación.
  • 3) Entender que la sostenibilidad global solo estará garantizada mediante el respeto de los ciclos naturales.
  • 4) Valorar y preservar la biodiversidad.
  • 5) Reconocer el valor de las diferencias culturales.
  • 6) Exigir que la ciencia se haga con conciencia y sea sometida a criterios éticos.
  • 7)Que sus conquistas beneficien más a la vida y a la humanidad que al lucro y a los mercados.
  • 8) Superar el pensamiento único de la tecnociencia.
  • 9) Valorar las virtualidades contenidas en lo pequeño y lo que viene de abajo.
  • 10) Por último, rescatar los derechos del corazón, los afectos y la razón sensible y cordial.

Maneja una bibliografía asequible (básicamente en portugués), con títulos muy sugerentes para seguir adentrándonos en los caminos de reflexión y acción que propone. Un asunto en el que los cristianos tenemos que implicarnos de lleno, tal y como los últimos papas nos han exhortado en repetidas ocasiones. En esta línea, el portavoz de la Santa Sede manifestaba el pasado enero que el papa Francisco estaba preparando una encíclica sobre ecología humana.

Pienso que si nuestra pastoral avanzara más decididamente por este camino, aparte de ser una genuina expresión de fidelidad a la Sagrada Escritura y al Magisterio de la Iglesia, encontraría la acogida social y cultural que anhela y que le permitiría ser sal y fermento en medio del mundo.

En el debe, uno al traductor: cuando un libro se publica en 2013, no se puede escribir “a comienzos de junio de 2012 tendrá lugar en Río de Janeiro una megaconferencia”; por mucho que en el original sea ese el tiempo verbal utilizado, habrá que utilizar el pasado.

En el nº 2.895 de Vida Nueva

Actualizado
23/05/2014 | 07:00
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