Las cuentas de la Iglesia alemana bajo la lupa por escándalos recientes
EDITORIAL VIDA NUEVA | A la Iglesia la credibilidad se le escapa a borbotones por los cepillos de sus instituciones.
Los fieles sufren por esos escándalos que, periódicamente, erosionan la coherencia de quien predica una cosa y practica la contraria. En la Santa Sede hay ahora clara conciencia de ello, como demuestra la rapidez para poner orden en el entramado financiero vaticano.
Esa apuesta por la transparencia debe llegar a las diócesis, donde –como en el caso del obispo de Limburgo, que detallamos en nuestro reportaje A Fondo–, en no pocas ocasiones, se actúa con criterios nada evangélicos.
Por eso, es necesario ahondar en la profesionalización de quienes están al frente de las cuentas y arbitrar mecanismos de control. Aquí tampoco cabe el oscurantismo.
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En el nº 2.895 de Vida Nueva
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