La Declaración de los principios

La Conferencia Episcopal apela a los valores y al compromiso en su campaña para el sostenimiento de la Iglesia

Renta7

La Declaración de los principios [ver extracto]

por2tantosFRAN OTERO | Como cada año por estas fechas, y con la Campaña de la Renta en marcha, la Conferencia Episcopal Española (CEE), a través del Secretariado para el Sostenimiento Económico, anima a los ciudadanos a comprometerse con la labor que realiza la Iglesia con el simple gesto de marcar la X en favor de la Iglesia en su Declaración de IRPF, un gesto que, como recuerda siempre, “no cuesta nada y rinde mucho”.

Además, este año su apelación –reflejada en una campaña de información en prensa, radio y televisión, y que se extenderá a las vallas publicitarias– incide en que asignar parte de los impuestos que pagamos a la Iglesia es una cuestión “de principios”, como el propio lema señala: Haz de tu Declaración de la Renta, una declaración de principios.

Este mensaje también se hará llegar desde las redes sociales y su página web, así como desde el más tradicional periódico Xtantos [ver ejemplar campaña 2014] [2013] que, con una tirada de más de un millón de ejemplares, se distribuirá en parroquias y se encartará en los principales diarios nacionales.

El objetivo fundamental es mostrar a la opinión pública “la inmensa labor de la Iglesia” y “los muchos que en ella dedican generosamente su vida a los demás”, una realidad que incluye también el compromiso con el sostenimiento económico, ya sea a través del IRPF o de cualquier otro tipo de colaboración. Campañas que, a la vista de los resultados, parecen estar dando frutos, pues las declaraciones a favor de la Iglesia se incrementaron en más de 900.000 desde 2006.

A la hora de analizar estas cifras no hay que olvidar que en los últimos años, y por causa de la crisis económica, el número de declaraciones ha disminuido, pues también son más los ciudadanos que no tienen obligación de presentar sus cuentas ante Hacienda.

En concreto, en la Campaña de la Renta 2013, correspondiente al ejercicio de 2012, el número de asignaciones a favor de la Iglesia decreció en más de 77.000 con respecto al año anterior, aunque la recaudación final aumentó en dos millones hasta alcanzar los 249 millones de euros. Una cifra que solo cubre alrededor del 20% de la financiación de la Iglesia, que se completa con fondos privados: aportaciones directas o suscripciones de los fieles.
 

Una amplia labor

En cualquier caso, sean cualesquiera las cifras, la Iglesia seguirá desarrollando su labor, tal y como lo ha venido demostrando en los últimos años a través de la Memoria Justificativa que presenta ante el Ministerio de Hacienda. Hace más con menos. En este sentido se manifestó el secretario general de la CEE, José María Gil Tamayo: “Si disponemos de menos, trabajaremos más”.

Según la última memoria publicada, con datos de 2011, la Iglesia atiende a 4,3 millones de personas en sus necesidades básicas a través de casi 8.000 centros como comedores sociales, centros de acogida, parroquias… y ofrece un ingente servicio pastoral, que se ejemplifica con las más de 10 millones de personas que van a misa cada domingo, los 292.143 bautizos, las casi 251.000 primeras comuniones, las 109.275 confirmaciones, las 67.313 bodas y las 386.017 exequias. A todo ese trabajo se dedican miles de personas entre sacerdotes, religiosos, catequistas, voluntarios, que lo llevan a cabo con gran eficiencia, pues cada euro que invierte la Iglesia rinde como 2,39 en su servicio en el mercado.

En la Diócesis de Jaén, su ecónomo, Rogelio de Jesús Garrido, conoce muy bien esta realidad y, en un testimonio recogido en el periódico Xtantos, reconoce que se va tomando conciencia de que la labor de la Iglesia en lo económico “depende del propio compromiso como cristianos”. Como también es párroco en la Sierra Mágina sabe, como muchos otros, que el sostenimiento de la Iglesia es cosa de todos y por ello se lanzó a hacer campaña en su parroquia. En sus palabras:

El resultado ha sido más que satisfactorio: son muchas las personas que con su aportación, suscribiendo una cuota periódica, hacen posible que la parroquia llegue a niños y jóvenes, adultos y enfermos, y a numerosos colectivos. Así ha llegado a convertirse en una de las fuentes de financiación más sólida para nuestra economía.

Su manera de responder a las incomprensiones o prejuicios es el trabajo diario: “Se entienda o no, se reconozca o no, la Iglesia seguirá sirviendo a la sociedad; no se echará atrás ante las incomprensiones, porque su misión fue, es y será servir, servir y servir”.
 
por2tantos

Don y gratuidad, propuesta de la Iglesia para una nueva economía

Una de las grandes labores de la Iglesia y que mayor reconocimiento está teniendo en la sociedad es su respuesta ante la crisis económica y el drama del paro, donde instituciones como Cáritas no han escatimado en recursos. Precisamente a la crisis y a la falta de empleo dedicó el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, su última carta pastoral, con fecha del 5 de mayo, donde pide que se promuevan y abran las posibilidades de un trabajo digno para todos los ciudadanos, pues si no es así, la familia y la sociedad se encontrarán “ante un futuro incierto”.

“No será posible hablar de justicia social y de solidaridad y menos de caridad en la verdad si todos los instrumentos y factores económicos, sociales y políticos, nacionales e internacionales, no se empeñan en asegurar a toda persona capaz y dispuesta a trabajar la posibilidad de una ocupación digna: retribuida debidamente y regulada como vía apropiada para su desarrollo personal, libre y comprometido en el ámbito de la familia y de la vida social y cultural de su pueblo abierto a la cooperación internacional”, añade en la misiva, cercana en fechas al Día de los Trabajadores.

Tras afirmar que la economía mundial globalizada no tiene regulación jurídica suficiente ni exigente para defender, promover y garantizar el derecho al trabajo, apela a que en las relaciones mercantiles se dé paso “al principio de gratuidad y a la lógica del don”, expresiones de fraternidad que, en su opinión, “pueden y deben tener espacio en la actividad económica ordinaria”.

Del mismo modo, el prelado gallego anima a promover la Doctrina Social de la Iglesia sobre el trabajo –su valor trascendente para la persona humana, para la familia y la sociedad y, por consiguiente, su significado como derecho fundamental del hombre– y hace público el compromiso de la archidiócesis que pastorea en la búsqueda de una solución al problema del paro. “Ayuda inmediata a través de Cáritas en la medida de nuestras posibilidades personales, familiares e institucionales y a través de la implicación de todos en corregir aquello que impida y de alentar todo lo que estimule la creación de puestos de trabajo dignos por parte de los agentes sociales y económicos, y del Estado o autoridad pública”, propone.

En el nº 2.894 de Vida Nueva

Video provided by Xtantos

© Xtantos
por2tantos

 

INFORMACIÓN RELACIONADA:

Compartir