El Papa crea una comisión para que medie entre el cardenal de Lima y la Universidad
Juan Luis Cipriani, cardenal de Lima.
MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Casi dos años después de que un decreto de la Santa Sede, el 11 de julio de 2012, retirara la condición de confesional a la Pontificia Universidad Católica del Perú (PCUP) por considerar que en sus aulas se ofrecían unas enseñanzas que no están en concordancia con el magisterio eclesial (Vida Nueva, nº 2.815), el papa Francisco ha erigido una comisión cardenalicia para encontrar una “solución consensual definitiva” a la cuestión.
Buen conocedor de los entresijos del conflicto latente entre el cardenal de Lima, Juan Luis Cipriani, y un amplio sector del claustro de la Universidad, que defiende que todo obedece al intento fallido del purpurado por tratar de conseguir que la designación de sus rectores dependa directamente del arzobispado limeño, Bergoglio ha designado a un grupo de cardenales para que le aconsejen sobre el mejor modo de devolver la paz a una cuestión ciertamente enquistada y que ha generado malestar y división entre la comunidad creyente peruana.
Coordinado por el cardenal húngaro Peter Erdö, el grupo de trabajo lo componen también el canadiense Gérald Cyprien Lacroix y el chileno Ricardo Ezzati. Aunque desde Roma no se ha publicitado la constitución de la comisión, la misiva que la establece, proveniente de la Nunciatura Apostólica de Perú, ha sido entregada al actual rector de la PCUP, Marcial Rubio Correa, que es quien la ha dado a conocer públicamente.
Campus de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
De momento, no se conoce el periodo que se empleará para adoptar una solución, aunque esta debería abordar cuestiones como si en la Facultad de Teología de la Universidad se podrá volver a enseñar esta disciplina. De momento, desde el 1 de enero de 2013, Cipriani no lo permite, al no renovar el mandato canónico vigente a los profesores del Departamento de Teología.
Garatea, un caso por resolver
Aunque sea de un modo colateral, también queda por resolver la situación de Gastón Garatea, al que, dos meses antes de la decisión sobre la PCUP, Cipriani despojó de las licencias ministeriales para ejercer su función sacerdotal en la archidiócesis limeña (VN, nº 2.802).
En conversación con Vida Nueva, Garatea, todo un referente eclesial en el país (ha sido superior provincial de la Congregación de los Sagrados Corazones, presidente de la Confederación de Religiosos del Perú, vicepresidente de la CLAR y uno de los artífices de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, que investigó los crímenes cometidos en el país en los 20 años anteriores), sostiene que el fundador de la PCUP, Jorge Eugenio Dintilhac, siempre quiso que la Universidad no perteneciera a la Iglesia, sino que, desde un espíritu en armonía con la Iglesia, preservara su autonomía.
En el nº2.894 de Vida Nueva
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