Georgina Zubiría,: “La espiritualidad no es negociable”

Entrevistamos a la fundadora de la red de educación en México

M_entrevista

GUADALUPE ESQUIVIAS | El reto de la educación católica es cultivar la vida interior para la toma de decisiones ante un mundo presionado, asegura Georgina Zubiría, religiosa del Sagrado Corazón de Jesús y fundadora de la Red de Educación de la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México (CIRM).

PREGUNTA: ¿Qué está haciendo la CIRM en materia de educación?

RESPUESTA: En noviembre de 2010, en una asamblea de superioras, tras compartir la realidad que se vive en el país, nos preguntaron qué se podía hacer desde la Vida Religiosa, y yo dije que podía coordinar una red de congregaciones que nos dedicamos a la educación. Entonces, nos unimos seis familias religiosas para plantear la realidad que vivimos en nuestro trabajo: cuestión económica, demandas para la calidad de la educación, estudio del inglés, tecnología en el aula, costo alto en la educación particular, sueldos justos a docentes, relación con instancias oficiales desde el seguro social, temas hacendarios, relación con la Secretaría de Educación Pública, formación de los docentes y lo que es propio de la educación católica: la espiritualidad, que no es negociable.

P: ¿Qué acciones está llevando a cabo la Red de Educación?

R: La Red se conformó hace tres años, y arrancamos dando prioridad a la formación de los docentes, impartiendo un taller de Aprendizaje Situado, el cual se ha replicado en 22 estados de la República dentro de los colegios de las congregaciones, beneficiando a 3.000 docentes en un período de tres meses. En el primer taller se convocó a más a integrarse a la coordinación, y acudieron al llamado un total de 13 religiosas.

El espíritu de la Red es compartir y abrir puertas para nuestro desempeño; por eso, si un colegio cuenta con los recursos y la logística para un taller, tiene la obligación de acoger a personas que no tienen recursos. Después de un año de la Red realizamos el primer congreso de educación de la CIRM, el cual fue desbordante, con una asistencia de 1.035 personas.

P: ¿Cuáles son las inquietudes de las congregaciones dedicadas a la educación?

R: Hoy, debido al contexto social que estamos viviendo, la Red pretende dar respuestas a las preguntas derivadas de los contextos sociales dentro de las escuelas particulares, tocando puntos muy concretos que han venido a establecer una comunicación que antes no existía, debido a que había mucha competencia entre las congregaciones, por ver quién tenía el mayor número de población cautiva, quién ocupaba el primer lugar en la zona, entre otras cosas; pero ya no hay eso, porque, como crecen las problemáticas, los corazones se van convirtiendo, vamos sintiendo que tenemos necesidad unas de otras.

El compartir recursos potencia lo que tenemos y, trabajando en alianza, puede haber intercambio. Un reto de la Red es que siga creciendo como un símbolo y una posibilidad de vida en la coordinación. Hoy, la integramos 12 congregaciones, pero, en el último congreso, estuvimos unas 252 instituciones educativas y 53 congregaciones.
Mantener viva la esperanza

P: ¿Será que ahora los padres de familia prefieren llevar a sus hijos a escuelas católicas y que esto es un reto para las congregaciones?

R: De acuerdo a los estudios de mercado, no es un indicador principal, pero sí influyente para decidir dónde estudiarán los hijos; intervienen también la formación en valores, la calidad educativa, la calidad de relaciones que se establece con el personal y las clases de inglés.

El reto ante la educación hoy en México es mantener viva la esperanza, aunque vayamos disminuyendo. El Espíritu esta suscitando formar nuevas, pero es fundamental contribuir a una educación humanista, educando para la libertad desde la libertad en el aula, porque son tantas las opciones que ofrece el mercado, las demandas de la sociedad y las presiones que existen que se han anulado las posibilidades de la libertad; por eso nuestro reto es el cultivo de la vida interior para encontrar buenas decisiones.

P: ¿Cómo se preparan las congregaciones para cultivar esa vida interior?

R: Fundamentando, alimentando y acompañando los procesos personales y comunitarios de maduración en la fe, que dinamice la espiritualidad personal y carismática para que llegue a ser un estilo de vida que haga de la espiritualidad el vínculo conectivo de todas las relaciones que se establecen, para que las diferencias sean una riqueza y la comunión una realidad viva y esperanzadora. Además, requerimos de formación, asegurar procesos formativos que garanticen la apropiación, profundización y actualización del carisma y que capaciten para vivir una fe adulta en una sociedad cada vez más secularizada. Buscar estrategias e implementar proyectos, y favorecer la actualización pedagógica y teológica en una experiencia compartida.

En el nº 2.893 de Vida Nueva

Compartir