“Reducir la Sagrada Familia a Gaudí no responde a su fundación”

Entrevista con Josep Maria Blanquet, Hijo de la Sagrada Familia y biógrafo de José Manyanet

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FRAN OTERO | Se ha escrito mucho sobre el templo de la Sagrada Familia de Barcelona, sobre lo que significa, sobre su belleza arquitectónica y sobre el hombre que la materializó, Antonio Gaudí, pero como dice Josep Maria Blanquet, Hijo de la Sagrada Familia y autor de El origen de la Sagrada Familia. José Manyanet, el inspirador (Claret), “muy poco sobre su origen y mensaje”.

Y en este sentido tienen mucho que decir el fundador de los Hijos de la Sagrada Familia, José Manyanet, cuya aportación fue decisiva y anterior a la intervención de Gaudí y José María Bocabella, otro de los grandes promotores.

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PREGUNTA: ¿Ha sido justa la historia con el padre José Manyanet?

RESPUESTA: Se puede afirmar que no ha sido justa, y en parte se puede explicar porque los únicos argumentos aportados eran sus cartas sobre el templo.

Esto es debido a que primero la Semana Trágica de 1909 y luego la persecución religiosa y la Guerra Civil de 1936 destruyeron todo el archivo general del instituto que conservaba la correspondencia de los Bocabella, Rodríguez y Gaudí recibida por el sacerdote fundador y otros documentos relativos al templo.

Por el contrario, Gaudí ha ido ganando tal protagonismo que ha convertido la Sagrada Familia en el “templo de Gaudí”, lo cual es cierto solamente en su expresión artística y simbólica. Y esta concepción, que ofrece ventajas turísticas, tiene el inconveniente de reducir el templo a un monumento, singular y extraordinario, pero solo un monumento.

P: Manyanet es una figura central…

R: Aunque los documentos escritos fueron quemados, no ha pasado así con los muchos objetos que se habían regalado recíprocamente durante los más de 30 años que duró el trato y la amistad de José Manyanet con los señores Bocabella-Puig, el padre José María Rodríguez, los señores Dalmases-Bocabella, el arquitecto Antonio Gaudí y el canónigo Antonio Estalella, primer delegado episcopal en el templo.

Estos objetos fueron puestos a salvo e identificados por el beato Ramón Oromí, mártir, secretario general y archivero del Instituto de Manyanet, durante los meses de diciembre de 1936 y enero de 1937, y conservados hasta hoy.

Según las descripciones del beato Oromí, Manyanet concibió el templo como un púlpito para proclamar el modelo de familia dado por Dios en la Familia de Nazaret y para expiar con la oración y la limosna los errores que empezaban a empañar la vida matrimonial y familiar.

“Reducir la Sagrada Familia a Gaudí no responde a su fundación” [íntegro solo suscriptores]

En el nº 2.892 de Vida Nueva

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