La orfebrería de la fe

Aranda de Duero acoge Eucharistia, la exposición de Las Edades del Hombre centrada en orfebrería y ornamentos litúrgicos

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La orfebrería de la fe [extracto]

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | Las Edades del Hombre llegan a Aranda de Duero con Eucharistia, su décimo novena exposición. “La pretensión es contar en qué consiste la Eucaristía, cómo ha sido su desarrollo histórico y cómo se vive y se celebra en nuestras comunidades”, explica Juan Álvarez Quevedo, delegado diocesano de Patrimonio de la Archidiócesis de Burgos y comisario de la muestra.

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“El visitante podrá contemplar cómo se genera, se gesta, la Eucaristía como alimento, como sacramento, como compromiso. Hemos pretendido involucrar al visitante en esta celebración. No solamente hemos intentando explicar cuáles han sido sus antecedentes, sino cómo se constituye la Eucaristía y cómo se celebra. Y en esta celebración mostrar cómo yo, como creyente, como ciudadano de una comunidad del siglo XXI, puedo participar en ella”, añade.

“Las 121 piezas son de una calidad extraordinaria. Prácticamente todas son nuevas –añade Gonzalo Jiménez, el actual secretario general de la Fundación de Las Edades del Hombre–. Habrá alguna que repitamos por cuestión de guión, pero la inmensa mayoría son nuevas”.

El guión expositivo lo ha creado el sacerdote Juan Manuel Sánchez Caro, actual director de la Casa de Santiago en Jerusalén, en dos sedes: las iglesias góticas de santa María y san Juan, que han sido rehabilitadas ex profeso y que tienen gran protagonismo, junto a obras como la extraordinaria talla de san Juan Bautista (1523), de Diego de Siloé, procedente de la catedral de Burgos; un San Gregorio (s. XV) pintado en óleo sobre tela por Fernando Gallego, que ha prestado el Museo de la Catedral de Salamanca; o el San Juan de Sahagún (1691), de Claudio Coello, procedente de la iglesia del Carmen de Abajo (Salamanca).

La iglesia de Santa María acoge los tres primeros capítulosPanis Quotidianus, Antoquum Documentum y Cena Novissima– de los cuatro en los que se ha dividido la exposición, pero sorprenderá al mostrar de nuevo su retablo mayor (s. XVII), recuperado por la Fundación de Las Edades del Hombre después de décadas diseminado, aunque algunas de sus piezas han desaparecido.

En la iglesia de san Juan transcurre el último capítulo Mirabile sacramentum, en torno al Corpus y la celebración de la Misa– del que consta el guión de la exposición, que se inaugurará el próximo día 6 con la presencia de la infanta Elena.

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Pan, vino y fiesta

La Diócésis de Burgos –adonde llegan Las Edades por tercera vez– es la que más obras aporta a la muestra, con 29. Once proceden de la Catedral y el resto de otros monasterios y parroquias, tanto de Burgos como de la provincia. Panis Quotidianus es el primer capítulo, que se centra en la base humana de la Eucaristía en torno a tres detalles: el pan, el vino y el ambiente festivo. “La alegría de la reunión de la comida”, según Álvarez Quevedo.

Una curiosa y espléndida talla de La Última Cena (1520) en madera policromada, atribuida al entorno de Felipe Vigarny y procedente de Aranda –habitualmente se puede ver en el Museo de Arte Sacro de la iglesia de san Juan–, es una de las piezas protagonistas de este apartado inicial.

En contraposición, tres de las 16 obras de arte contemporáneo que incluye esta muestra eucarística, Fiesta y Sacrificio (2013), de Eduardo Palacios; Jarra y pan (1949), de Antonio López –ambas cedidos por los propios autores–, y La vendimia (1975), de José Vela Zanetti, procedente de la Colección Caja España (León).

El segundo capítulo desgrana los signos del Antiguo Testamento con respecto a la “prehistoria” de la Eucaristía. En una primera parte, se hace referencia a figuras y símbolos como Abel, Melquisedec, Abraham o el maná, para, en una segunda, remitirse a estructuras convivales, como el paso del Mar Rojo o el sacrificio y banquete del Sinaí.

Entre las obras, destaca el tapiz La recogida del Maná (s. XVII) de la iglesia parroquial de San Millán de la Cogolla (Oncala, Soria); el alabastro que representa el Sacrificio de Isaac (1489-1493), de Gil de Siloé, procedente de la cartuja de santa María de Miraflores (Burgos); o La Última Cena (siglo XVI), relieve en madera de nogal que regresa a la iglesia de santa María y que hasta ahora se exponía en el Museo de Arte Sacro de Aranda, en la iglesia de san Juan.

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De algún modo, sirve de transición hacia Cena Novissima, el tercer capítulo y uno de los más llamativos de la muestra, al estar dedicado al Nuevo Testamento –en particular, a la Última Cena– y al nacimiento de la Eucaristía en la Iglesia primitiva. En ella llama especialmente la atención la tabla policromada que representa Las Bodas de Caná (1500), del Maestro de los Santos Juanes, procedente de la iglesia de los santos Facundo y Primitivo (Cisneros, Palencia), y el original lienzo de Jusepe Leonardo (s. XVIII), con una de las versiones más particulares de La Última Cena que se pueden ver en la muestra, de la iglesia parroquial de Santiago Apóstol (en el municipio de Cebreros, en Ávila).

La multiplicación de los panes y los peces (1505-1512), relieve en madera de nogal atribuido al taller de Felipe Vigarny, en préstamo por la catedral de Burgos, se enfrenta al relieve escultórico en chapa de acero de Carmelo de la Fuente, Partiendo el pan (1997), de una colección particular de la localidad salmantina de Ciudad Rodrigo.

Ya en Mirabile sacramentum –en la parroquia de san Juan– el relato expositivo explica cómo hemos comprendido y celebrado la Eucaristía. Además del extraordinario Cáliz de los Condestables de Castilla (1487) destaca, entre las piezas que presta la catedral burgalesa, la Copa para la misa crismal de Jueves Santo (1530), de Ludwig Krug, platero de Nüremberg, y la magnífica Custodia portátil de templete, realizada por Juan de Villorejo entre 1585 y 1588, en plata dorada, fundida, repujada y cincelada, procedente del Museo del Retablo de la iglesia de san Esteban (Burgos).

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Del Museo de Arte Sacro del santuario franciscano de san Pedro Alcántara (Ávila) se puede contemplar la llamativa Custodia tipo sol (1685). No menos curiosa es la anónima Paloma eucarística (s. XIII) del Museo de la Catedral de Burgo de Osma. Más allá de la platería, destacan dos magníficas tallas: Ángel recogiendo la sangre del cordero (1607), del escultor Juan Sanz, procedente de la iglesia de santa María de Calatañazor, en Almazán (Soria); y la Santa Clara (1628) de Gregorio Fernández, del monasterio de las clarisas de Medina de Rioseco (Valladolid).

Esta edición en Aranda de Duero –“cordero, tierra de pan, tierra de vino, en definitiva, la Eucaristía”, según el comisario– pone punto y final al ciclo que arrancó en 2011 con Passio (Medina del Campo y Medina de Rioseco) y continuó en 2012 con Monacatus (Oña) y en 2013 con Credo (Arévalo).

Con Eucharistia, Las Edades buscan coronar el millón de visitantes entre las cuatro citas antes de cambiar de nuevo el paso con la esperada convocatoria de 2015 en Alba de Tormes y Ávila, edición extraordinaria en conmemoración del V Centenario del nacimiento de santa Teresa.

jcrodriguez@vidanueva.es

  • Inauguración de Eucharistia:

Video provided by Las Edades del Hombre TV

© Las Edades del Hombre TV
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En el nº 2.892 de Vida Nueva.
 

 

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