Radiografía episcopal a la sociedad uruguaya

La última Plenaria de los obispos analiza las “urgencias” del país

R. PETRUS (MONTEVIDEO) | La última Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Uruguaya (CEU) se llevó a cabo del 24 al 28 de marzo en la casa de retiros Jesús Buen Pastor, en Florida. Dos de los frutos del trabajo de esos días fueron las nuevas orientaciones pastorales para el período 2014-2019, tituladas Jesús, fuente de agua viva, y el mensaje final Un aporte a la reflexión en este tiempo electoral, en el marco de las elecciones presidenciales y parlamentarias que tendrán lugar el próximo octubre.

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La conversión pastoral de la Iglesia hacia la misión y el diálogo con el mundo (desafíos señalados por el papa Francisco a los obispos latinoamericanos) son los ejes de estas nuevas orientaciones pastorales, que señalan a la familia y la educación como prioridades transversales para todo el quehacer pastoral de la Iglesia. Algo, por otro lado, propio en todo contexto en el que se desarrolle la identidad cristiana.

En lo referente a la cuestión más estrictamente política, los obispos uruguayos aprovechan para realizar un análisis amplio y estructurado de la realidad nacional. Así, aun reconociendo en primer lugar que “la Iglesia no se identifica con ninguna ideología, sistema o partido político”, insisten en que, como promotora del Evangelio, “que incluye criterios éticos que se encuentran intrínsecamente vinculados al accionar político”, queda clara la existencia de determinadas “urgencias” a las que “debe darse respuesta”.

De hecho, en su mensaje, los prelados enumeran una a una algunas de esas urgencias, tales como el consumo de alcohol y drogas, “especialmente entre los jóvenes”; “los ancianos poco valorados en su experiencia y sabiduría de vida”; “los casos de violencia doméstica” o “el altísimo porcentaje de ciudadanos con privación de libertad”.

La pobreza es otra de las preocupaciones episcopales: “Encontramos ese ‘núcleo duro’, generalmente, en las periferias de nuestras ciudades, del que no es fácil salir y que nos interpela a todos los uruguayos. A su vez, los pobladores de los rincones más lejanos siguen aislados y relegados con respecto a muchos servicios esenciales”, advierten los pastores.
 

Familia, matrimonio y aborto

Por otra parte, consideran ellos que la definición de la familia “como base de la sociedad no es acompañada por políticas que la promuevan adecuadamente”. En este sentido, concretan, en los últimos tiempos “se ha pretendido hacer equivalente la unión homosexual y el matrimonio natural”. Además, el aborto continúa siendo un tema de preocupación para los obispos:

“Seguimos entendiendo que es necesario tomar medidas que protejan la vida humana desde el momento de su concepción y busquen asegurar la posibilidad de un digno desarrollo en la niñez”

Otro de los aspectos abordados es el estado general de la educación, que, a su juicio, hoy se enfrenta a “la deserción en la enseñanza media, sobre todo en los adolescentes que viven bajo la línea de pobreza, y al absentismo docente”. Frente a esto, consideran que el abordaje de esta situación “requiere de un amplio consenso, que demanda el concurso y el aporte de toda la sociedad en su conjunto”.

Así, destacan que “las experiencias educativas positivas en ambientes empobrecidos nos muestran que, cuando el chico es puesto en el centro de la atención, se pueden dar pasos efectivos para el beneficio de los más necesitados”.

Por otro lado, “la salud, la seguridad ciudadana, el maltrato a la mujer o los problemas inherentes a la economía y a la organización del trabajo” son otras de las cuestiones que no hay que descuidar en las políticas de Estado.

Junto a ello, añaden, no se puede olvidar el trabajo por “el desarrollo del país en su relación con el medio ambiente”. Un reto que ha de tener muy en cuenta “la problemática específica de la minería a cielo abierto”. Algo en lo que es preciso tener informados a los ciudadanos, procurando ofrecerles “los elementos necesarios para una decisión responsable”.

El mensaje de los Conferencia Episcopal Uruguaya concluye pidiendo a Dios que, “con el esfuerzo mancomunado de todos, pueda alcanzarse el mayor bien para la República”.

En el nº 2.890 de Vida Nueva

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