Francisco también bendijo una cruz hecha con tablones de pateras llegadas a Lampedusa
ÁLVARO ESPINOSA MALAGÓN (ROMA) | En su Audiencia General de este miércoles 9 de abril, el papa Francisco, inició una nueva serie de catequesis, basadas en los dones del Espíritu Santo, destacando que “el Espíritu Santo constituye el alma, la linfa vital del amor de Dios que hace de nuestro corazón su morada”.
En la Plaza de San Pedro, repleta de fieles, Francisco se detuvo cuando un joven le exclamó: “¡Francisco, eres único!”. “Tú sí que eres único. No hay dos como tú”, arrancando el aplauso de los asistentes.
El primero de los dones, señaló Francisco, es la sabiduría, “que es la gracia de poder ver todas las cosas con los ojos de Dios.” Esta sabiduría es aquella de Salomón que no pidió riqueza, éxito, fama, larga vida sino “un corazón dócil que sepa distinguir el bien del mal”.
El segundo es la intimidad con Dios, que permite, “la relación íntima que mantenemos con Dios, de nuestra relación de hijos con el Padre”, según palabras del Santo Padre. El Pontífice, quiso destacar que con esta intimidad podemos encontrar la voz del Espíritu en nuestro corazón, y si le escuchamos “veremos el mundo, los problemas y las distintas circunstancias con el juicio de Dios.”
Por último, el Papa, también habló de la sabiduría “no en el sentido de que tenga una respuesta para todo, de que lo sepa todo, sino en el sentido de que «sabe» a Dios, de que sabe cómo actúa Dios, de que conoce cuándo una cosa es de Dios y cuándo no es de Dios; posee esa sabiduría que Dios infunde en nuestros corazones.”
El sucesor de Pedro, no quiso olvidarse del asesinato del jesuita holandés, Frans Van der Lugt, en la ciudad siria de Homs. Y volvió a pedir la salida dialogada al drama que se vive en la región,” ¡dejemos las armas, pongamos fin a la violencia! ¡No más guerra, no más destrucción!“.
Las palabras del Papa sobre Siria:
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