Francisco: “No hay limite alguno a la misericordia divina”

El Papa ilustró “hasta dónde llega la gracia de Dios” recordando la resurrección de Lázaro

El Papa Francisco el pasado domingo

ÁLVARO ESPINOSA MALAGÓN (ROMA) | Inspirado en el evangelio de la resurrección de Lázaro, ante los miles de fieles y peregrinos que llegaron a la plaza de San Pedro en este 6 de abril, último domingo de Cuaresma, el Papa recordó que “no hay límite alguno a la misericordia divina, que se ofrece a todos”.

El papa argentino quiso que los reunidos para escuchar el Angelus repitieran ese mensaje. Se trata de una idea que el papa Bergoglio ya expresó el pasado 23 de marzo, cuando en una ocasión similar aseguró que “la misericordia es más grande que el prejuicio”.

Para ello, Francisco, recordó el episodio bíblico de la resurrección de Lázaro, algo que Jesús hizo para ilustrar “hasta dónde puede llegar la gracia de Dios, y por lo tanto hasta dónde puede llegar nuestra conversión, nuestro cambio”.

'La resurrección de Lázaro' (José de Ribera, siglo XVII). Museo del Prado.

‘La resurrección de Lázaro’ (José de Ribera, siglo XVII). Museo del Prado.

Resaltando las palabras que Jesús pronunció, “yo soy la resurrección y la vida; Quien cree en mí, aunque muera, vivirá; El que vive y cree en mí no morirá eternamente”, el pontífice subrayo, que aquellos que creen en Jesús y siguen sus mandamientos “se transformarán en una nueva vida, plena e inmortal después de la muerte”.

Nuestra resurrección comienza aquí: cuando decidamos obedecer la orden de Jesús saliendo a la luz, a la vida, cuando caigan de nuestros rostros las máscaras y reencontremos el valor de nuestro rostro original, creado a imagen y semejanza de Dios”, dijo el papa.

El pontífice invitó a los fieles a “salir” de una vida “falsa, egoísta y mediocre”, utilizando el ejemplo del episodio de la resurrección de Lázaro, y dijo que esa situación, que comparó con una “prisión”, se produce porque “los pecados nos han metido en una tumba” de la que les instó a emerger.

Recuerdo al genocidio ruandés e invitación a leer el Evangelio

Después del rezo, el Papa quiso recordar que este lunes se conmemora el vigésimo aniversario del comienzo del genocidio perpetrado contra los tutsis en 1994, en Ruanda, animando “a continuar, con determinación y esperanza, el proceso de reconciliación que ya ha manifestado sus frutos y el compromiso de reconstrucción humana y espiritual del país”.

Todo ello en un día en el que se regalaron copias tamaño bolsillo del Evangelio. “Llévenlo consigo durante el día, para poder leerlo siempre”, solicitó el Sumo Pontífice. No quiso manterse alejado de los jóvenes a los que recordó que “¡el evangelio se puede leer con tantos instrumentos tecnológicos!”.
 

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