Informe Pueblos Unidos 2013: “El coste humano del ingreso en un CIE es muy alto”

inmigrantes subsaharianos

El Centro denuncia el abuso de esta medida en su último estudio

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Informe Pueblos Unidos 2013: “El coste humano del ingreso en un CIE es muy alto” [extracto]

FRAN OTERO | Criminalizados. Internados. Expulsados. Así se titula el Informe CIE correspondiente al año 2013 que el jesuita Centro Pueblo Unidos hizo público el pasado miércoles 26 de marzo en Madrid, donde reitera que “el coste humano del internamiento en un Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) es muy alto” y denuncia que, aunque hay alternativas, “se abusa” de esta medida cuando debiera ser excepcional.

“A pesar de la configuración legal como último recurso y de sus elevados costes humanos y económicos, la práctica en España es que el internamiento se ha consolidado de facto como la principal, por no decir única, medida cautelar en el procedimiento de expulsión, aplicada sistemáticamente, frente a otras alternativas legales no coactivas”, se puede leer en el informe.

Además de ser una decisión a tomar en última instancia, las estadísticas reflejan que es, en un alto porcentaje, una medida ineficaz. Según detalla Pueblos Unidos, en los últimos años poco más de la mitad de los internamientos acabó en expulsión, que es el fin que justifica el ingreso en un CIE. En concreto, en 2013 en Barcelona, el 54% de los internos fue puesto en libertad y el 46% fue expulsados. En Madrid no hay cifras oficiales, pero el porcentaje de los internos visitados por los voluntarios de Pueblos Unidos que han sido puestos en libertad es mayoritario.

En cualquier caso, más allá de la eficacia o no de la medida, lo más importante es el sufrimiento que genera. De hecho, algunos estudios –uno de ellos realizado por el Servicio Jesuita a Refugiados-Europa en 2010– revelan que los efectos negativos del ingreso en un centro de estas características son importantes, pues los propios extranjeros consideran que la medida es desproporcionada ante una mera ilicitud administrativa.

El informe afirma al respecto: “Constatamos el fuerte impacto psicológico del internamiento. Y constatamos los destrozos familiares que origina, para las propias familias y para la sociedad en general, por lo que supone de aumento de la vulnerabilidad de niños y familias que se quedan sin uno de sus progenitores, frecuentemente el que sostenía la frágil economía familias”.

Impacto que se agrava con la sensación de desprotección que sufre un interno. Por ejemplo, Pueblos Unidos denuncia en el informe que la calidad de la asistencia letrada de las personas que llegan a los CIE es “muy baja”, que hay necesidades sin cubrir, la posibilidad de que existan agresiones por parte de policías o que las ONG no tienen acceso a información sobre la situación jurídica de los internos.

Hay alternativas

Ante esta situación, hay alternativas; así lo recoge la Ley de Extranjería. Medidas que, según Pueblos Unidos, establecen “un control migratorio más acorde con los derechos humanos”. Son las siguientes: presentación periódica ante las autoridades, residencia obligatoria en un determinado lugar, retirada de pasaporte, así como cualquier otra medida que el juez estime adecuada.

Alternativas hoy en el olvido para policías y jueces, y que justifican este llamamiento del centro jesuita: “Es necesario un redimensionamiento de la medida de internamiento que conduzca, a medio plazo, a la reducción de la población en los CIE”.

Esta es una de las muchas recomendaciones que hace al Ministerio del Interior, al que también pide que se establezcan protocolos para mejorar la atención en frontera y en los CIE a la hora identificar menores, posibles solicitantes de asilo, víctimas de trata…; que se promuevan medidas de retorno voluntario, que se frene la expulsión de personas por motivos humanitarios, que no se interne a personas vulnerables…

Del mismo modo, hace propuestas técnicas dirigidas a los juzgados, al CGPJ, a la Fiscalía, al Consejo General de la Abogacía y a los abogados. A la sociedad civil y ONGs pide un esfuerzo en la visibilización de los CIE, mayor hospitalidad y el impulso de un proyecto de recogida de buenas prácticas en alternativas al internamiento.

Pueblos Unidos, en el CIE de MAdrid

  • 300 personas visitadas de 53 países diferentes.
  • 1.240 visitas en total.
  • El 78% son varones.
  • Del 22% de mujeres, dos están embarazadas y ocho son víctimas de violencia de género.
  • El 38% de los internos son de África Subsahariana; el 36% de América Latina; el 12% de África Magreb; el 8% de Europa Oriental; el 6% de Asia.

En el nº 2.888 de Vida Nueva.

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