Francisco al confesor: “Ni el laxista ni el rigorista dan testimonio de Cristo”

papa Francisco en la parroquia romana de Santa María de la Adoración 16 marzo 2014

Semana vaticana marcada por los ejercicios cuaresmales de la Curia

papa Francisco saluda al sacerdote Angelo de Donatis, predicador de los ejercicios espirituales de Cuaresma de la Curia marzo 2014

Francisco, con el predicador de los ejercicios, P. Angelo de Donatis

ANTONIO PELAYO (ROMA) | Los cinco días que el Papa y un alto número de cardenales, arzobispos, obispos y monseñores de la Curia romana han pasado entregados a los anuales ejercicios espirituales –desde el 9 al 14 de marzo– han producido un notable descenso en el flujo de noticias. Este año la caída ha sido aún más perceptible porque Francisco quiso que el retiro fuera completo, y se trasladó (en autobús, por supuesto) a la casa Divino Maestro, que los religiosos paulinos poseen en Ariccia, a 25 kilómetros del Vaticano.

Era un modo de evitar que sus colaboradores considerasen las meditaciones como una pausa en su habitual jornada de trabajo, en vez de un corte verdadero en la habitual actividad de gobierno y de vida. ¡Esperemos que la decisión haya producido sus frutos de renovación y puesta al día en la vida espiritual de los curiales!

El viernes 14 por la mañana, por lo tanto, concluyeron los ejercicios espirituales que ha predicado este año Angelo de Donatis, párroco de la parroquia romana de San Marcos Evangelista, en el Campidoglio. A él quiso dirigirle unas palabras de agradecimiento el Santo Padre por la semilla sembrada en estos días desarrollando el tema La purificación del corazón.

Después de valorar esa semilla y la lluvia que el Señor enviará para hacerla fructificar, Bergoglio agradeció con estas palabras al sembrador: “Usted ha sido el sembrador, ¡y sabe hacerlo, claro que sabe hacerlo! Porque usted siembra aquí y allá, siembra sin darse cuenta (o fingiendo no darse cuenta), pero marca, va al centro, va al punto. Gracias por todo esto. Y le pido que siga rezando por este ‘sindicato de creyentes’ (todos somos pecadores, pero todos tenemos el deseo de seguir a Jesús más de cerca, sin perder la esperanza de la promesa y sin perder el sentido del humor) y, a veces, saludarle desde lejos”.

papa Francisco en la parroquia romana de Santa María de la Adoración 16 marzo 2014

Con los enfermos de la parroquia de Santa María de la Adoración, en Guidonia

Inmediatamente después, el Papa y su séquito regresaron al Vaticano y se reanudó la actividad normal de la Santa Sede. El primer acto no se diferenció mucho de lo vivido en Ariccia, puesto que fue la asistencia a la primera plática cuaresmal a cargo del predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamesa.

En la capilla Redemptoris Mater del palacio apostólico, el capuchino habló sobre las nuevas formas de ayuno: “Ayuno de las imágenes, de las palabras, bajo el signo de la sobriedad. Estas son las modernas formas de ayuno para el hombre contemporáneo, lo que hay que vivir en esta Cuaresma de 2014. (…) En un mundo que ha hecho de la comodidad superflua e inútil uno de los fines de la propia actividad, renunciar a lo superfluo, saber prescindir de algunas cosas, frenarse antes de recurrir a la solución más cómoda, de escoger lo más fácil, el objeto de mayor lujo, vivir en resumen con mayor sobriedad, es más eficaz que imponerse penitencias artificiales”.

En las próximas semanas, el predicador desarrollará el tema Sobre las espaldas de los gigantes: las grandes verdades de nuestra fe contempladas con los padres de la Iglesia latina.

Antes de dirigirse a Ariccia, el Papa mantuvo el jueves 6 de marzo el tradicional encuentro con los sacerdotes de la Diócesis de Roma al inicio de la Cuaresma. Fue una charla amigable sobre el tema de la misericordia, salpicada con recuerdos personales durante su ministerio como sacerdote y obispo de Buenos Aires.

“Que haya diferencias de estilo entre los confesores es normal –les dijo, comentando que la misericordia no significa ni manga ancha ni rigidez–, pero estas diferencias no pueden referirse a la esencia, es decir, a la sana doctrina moral y a la misericordia. Ni el laxista ni el rigorista dan testimonio de Jesucristo, porque ni uno ni otro se hacen cargo de la persona que encuentran. El rigorista se lava las manos: en efecto, la ajusta a la ley, entendida de modo frío y rígido; el laxista también se lava las manos; solo aparentemente es misericordioso, pero en realidad no toma en serio el problema de esa conciencia minimizando el pecado. La misericordia auténtica se hace cargo de la persona, la escucha atentamente, se acerca con respeto y con verdad a su situación y la acompaña en el camino de la reconciliación. Y esto es fatigoso, ciertamente. El sacerdote verdaderamente misericordioso se comporta como el buen samaritano (…), pero ¿por qué lo hace? Porque su corazón es capaz de compasión, es el corazón de Cristo”.

papa Francisco en la parroquia romana de Santa María de la Adoración 16 marzo 2014

El Papa con los niños de la parroquia de Santa María de la Adoración, en Guidonia

Visita a una parroquia de la periferia

Días más tarde, el domingo 16 de marzo, Francisco realizó su quinta visita a una parroquia de la periferia de Roma. Esta vez estuvo en la iglesia de Santa María de la Adoración, en Guidonia, donde llegó siempre a bordo del Ford Focus, poco después de las cuatro de la tarde. Con mucha antelación, algunos miles de personas le esperaban y, para no perderse la ocasión de contemplarle, no habían dudado en subirse a los tejados de las casas molineras; agitaban banderas vaticanas y simpáticas pancartas de saludo en el dialecto romano.

Le recibió en nombre de todos sus parroquianos un joven sacerdote, Francesco Bagalá, perteneciente a la primera promoción salida del seminario Redemptoris Mater, del Camino Neocatecumenal de Roma. Al saludar a las seis comunidades “kikas” de la parroquia, el Papa insistió en la imagen del camino: “Nos os paréis, porque el que se para es como el agua que se estanca, se corrompe. Tenemos que estar siempre atentos para pedir ayuda al Señor, estar siempre en camino con Él, que nos defiende de las trampas del camino”.

El programa de la visita siguió las pautas habituales: confesiones, encuentro con los ancianos, con los enfermos, con los niños, para concluir con la celebración de la Eucaristía.

“Os sugiero que llevéis siempre con vosotros un Evangelio pequeño y leerlo siempre que tengáis un minuto, aunque sea en el autobús, si es posible. Es decir –comentó con su habitual ironía–, si no nos vemos obligados a mantener el equilibrio y a vigilar nuestros bolsillos. Pero si estáis sentados, podéis leer algunas palabras”.

Por la mañana, a la hora del Angelus, había glosado el evangelio de la Transfiguración e insistió también en la idea de tener siempre a mano un Evangelio: “Os hago una pregunta, ¿leéis todos los días algún pasaje del Evangelio? Sí, no, sí, no. Algunos sí, otros no, pero ¡es importante! Es una cosa buena; es bueno tener un Evangelio pequeño y llevarlo en el bolsillo, en el bolso y leer algún pequeño pasaje en cualquier momento de la jornada. En cualquier momento del día yo cojo del bolsillo el Evangelio y leo alguna cosita, un pequeño pasaje. ¡Es Jesús el que nos habla a través del Evangelio!”.

papa Francisco recibe en audiencia a Cristina Fernández, presidenta de Argentina, 17 marzo 2014

Con la presidenta argentina Cristina Fernández

Con la presidenta Cristina Fernández

Por otro lado, hemos vuelto a comprobar cómo la presidenta de la República Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, no pierde ocasión de “arrimarse” a su paisano Jorge Mario Bergoglio. La cosa es notable cuando es de todos conocido que las relaciones de la pareja presidencial –el fallecido presidente Néstor y su mujer– con el entonces arzobispo de Buenos Aires eran no buenas, sino más bien pésimas, porque el mandatario consideraba al prelado un enemigo declarado.

Pero la elección papal de este obligó a un giro copernicano en el comportamiento de la presidenta, aunque a veces esto produzca efectos tan lamentables como la carta que esta escribió al Papa el 15 de junio de 2013 para felicitarle por la celebración del Día del Pontífice (el 29 de junio), que finalizaba con esta sorprendente despedida: “Hasta siempre y cuídese. Tome mate. Usted me entiende”.

Según el comunicado vaticano, la visita del lunes 17 de marzo tenía como objetivo “presentar al Santo Padre el saludo, los buenos deseos y los sentimientos de afecto del pueblo argentino con ocasión del cumplimiento del primer año de pontificado”. El Papa recibió a su huésped –que llegó tarde a la cita debido a que, antes de salir de su hotel, se produjo un esguince que la obligó a ir al hospital–, acompañada por un numeroso séquito, en Santa Marta, a última hora de la mañana. Después de un encuentro con toda la delegación, el Papa y la presidenta almorzaron en una salita.

El miércoles 12 de marzo falleció el cardenal José da Cruz Policarpo, patriarca emérito de Lisboa. En el telegrama de pésame dirigido a su sucesor, Manuel Clemente, el Papa subraya “mis numerosos encuentros con este pastor apasionado por la búsqueda de la verdad”.

Las religiones se alían contra la trata

M. Á. MALAVIA | Utópico o no, lo cierto es que el lunes 17 de marzo se plasmó en el Vaticano una alianza que sus protagonistas no dudan en calificar de “histórica”. Aunque el proyecto ya venía preparándose desde tiempo atrás, ese día fue presentado al mundo el Global Freedom Network (Red Global de Libertad), un acuerdo sin precedentes por el que algunas de las principales religiones del planeta aúnan fuerzas para, según anunciaron en el acto de presentación (celebrado en la Oficina de Prensa de la Santa Sede), “erradicar la esclavitud moderna y la trata de seres humanos en todo el mundo antes de 2020”.

En la insólita rueda de prensa, estuvieron Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias y representante del papa Francisco; Mahmoud Azab, en nombre del gran imán de Al-Azhar (referente de los suníes en Egipto), Ahmed al-Tayeb; David John Moxon, de parte del arzobispo de Canterbury y referente del anglicanismo, Justin Welby; y Andrew Forrest, fundador de la Walk Free Foundation, la institución que ha impulsado esta acción. Conscientes de que esta es solo la primera piedra, los intervinientes pusieron mucho énfasis en invitar al resto de confesiones religiosas a que se sumen al proyecto.

Y es que el objetivo, para el que se han puesto un plazo concreto, no es pequeño: “Nuestro mundo debe liberarse de estos terribles males y crímenes contra la humanidad. Deben unirse todas la manos y todos los corazones para garantizar esta libertad a todos aquellos que son prisioneros y sufren. Este acuerdo marca un comienzo y una promesa, que las víctimas de la esclavitud moderna y de la trata de personas no serán olvidadas o ignoradas: todos conocerán su historia. Vamos a caminar con ellos hacia la libertad”.

En el nº 2.887 de Vida Nueva

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