Eduardo Robles-Gil: “No hubo connivencia en la Legión, sino decisiones equivocadas”

Nuevo director general de los Legionarios de Cristo

Eduardo Robles-Gil, nuevo director de la Legión de Cristo

Texto y fotos: DARÍO MENOR (ROMA) | El mexicano Eduardo Robles-Gil es el director general que la Legión de Cristo eligió en el capítulo general concluido en Roma a finales de febrero. Recibe a Vida Nueva poco después de haberse visto con Francisco al término de la audiencia general del 26 de febrero.

Cerrado ya el oscuro período marcado por los delitos y pecados de su fundador, Marcial Maciel, y la posterior intervención del Vaticano por medio de un delegado pontificio, el cardenal Velasio De Paolis, el principal cometido de Robles-Gil será recuperar la confianza hacia los legionarios y evitar que se repitan los errores del pasado.

PREGUNTA.- En la carta que acompañó a su nombramiento se hacía una clara petición de perdón por los delitos y crímenes cometidos por el fundador, pero se sugería también una cierta connivencia de una parte de la cúpula de la congregación.

RESPUESTA.- No es la idea de connivencia la que se decía en el documento. Se decía que manejamos mal la información, lo que estaba originado por una decisión equivocada. Se decidió informar a todo el mundo en el verano de 2008. A mí me lo comunicaron siendo superior de una casa. Vino el P. Álvaro Corcuera, reunió a los superiores del territorio de México y nos dijo que las acusaciones eran ciertas. Parte de las personas no se explican, y es comprensible, por qué no se dijo inmediatamente que llegamos a la convicción de que eso era verdad. Hay que darse cuenta de que el P. Álvaro fue elegido en 2005. Sabemos que los primeros legionarios que hablaron a inicios del año siguiente no fueron creídos. Hay un error de juicio, por no creer a alguien que te está diciendo algo que estaba en los medios desde 1997. Más que una connivencia, como tú decías, o un encubrimiento, como dicen otros, hay un defecto de comunicación.

Entrevista con Eduardo Robles-Gil [seguir leyendo]

En el nº 2.885 de Vida Nueva

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