La Iglesia reclama la verdad sobre el ‘genocidio tamil’

Soldados de Sri Lanka vigilan un campamento de refugiados tamiles

Un obispo de Sri Lanka pide “respuestas” tras la aparición de una fosa común

Soldados de Sri Lanka vigilan un campamento de refugiados tamiles

Soldados de Sri Lanka vigilan un campamento de refugiados tamiles

J. L. CELADA | El obispo católico de Mannar, en Sri Lanka, Rayappu Joseph, ha solicitado “respuestas” que saquen a la luz toda la verdad acerca de la fosa común descubierta a finales del pasado año en ese distrito del país, uno de los más castigados por la guerra civil que asoló a la antigua Ceilán durante más de dos décadas.

Con ocasión de una reciente eucaristía en memoria de las víctimas, el prelado recordó que “el Gobierno no puede simplemente emitir certificados de defunción a las familias cuyos seres queridos han desaparecido sin explicación”, y reivindicó el derecho de “hacer oír nuestra voz en nombre de todos los que han desaparecido sin dejar rastro” y “el deber de luchar por la justicia y la verdad”.

Según informa Eglises d’Asie, agencia de noticias de las Misiones Extranjeras de París, los restos encontrados corresponden a 80 personas, entre ellas mujeres y niños. El macabro hallazgo se produjo en diciembre de 2013, durante los trabajos de acondicionamiento de una carretera cerca del conocido templo de Thirukketheeswaram. Tras la exhumación de 37 cuerpos en enero, se interrumpieron las excavaciones hasta que, el pasado 24 de febrero, se recuperaron los cadáveres restantes.

No es la primera vez que Rayappu Joseph exige responsabilidades al Ejecutivo por las muertes sin esclarecer de tantos compatriotas. De hecho, él fue uno de los primeros en alertar a la comunidad internacional sobre el denominado “genocidio tamil”, cuando miles de Tigres de Liberación del Eelam Tamil (el movimiento insurgente del noreste del país que durante décadas luchó contra el Gobierno nacional) desaparecieron coincidiendo con los últimos años del conflicto que concluyó en 2009, sin que las autoridades hayan abierto nunca una verdadera investigación sobre tales hechos.

Más aún, Naciones Unidas tendría fundadas sospechosas de que los propios mandatarios participaron en una “limpieza étnica”, según informaciones difundidas por el Tamil Guardian en su edición del 26 de febrero.

El obispo de Mannar teme ahora que las exhumaciones en la citada fosa común, llevadas a cabo con un bulldozer, hayan acabado destruyendo todas las pistas necesarias para emprender una investigación científica que pruebe que allí se cometieron crímenes de guerra.

Mientras tanto, el Gobierno de Colombo se ha defendido en la prensa local negando la participación de las Fuerzas Armadas en la muerte de esos 80 civiles, y ha recordado que Mannar fue uno de los bastiones de los Tigres Tamiles.

En el nº 2.885 de Vida Nueva

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