Hablan los obispos: la visita ‘ad limina’ no es “protocolo”, sino muestra de “unidad”

Los purpurados españoles transmiten sus sensaciones previas a la visita en cartas pastorales a sus diócesis

inauguración de la Asamblea Plenaria de la CEE noviembre 2013

M. Á. MORENO | Los obispos españoles que entre esta semana y la siguiente se encontrarán con el papa Francisco y sus colaboradores con motivo de la visita ad limina del Episcopado español a la Santa Sede han expresado sus opiniones e inquietudes, en diversas cartas dirigidas a los fieles de cada diócesis. En ellas, los purpurados destacan el carácter de “unidad” de la Iglesia Universal que supone esta visita y rechazan una concepción protocolaria de este encuentro con el Pontífice.

Serán 83 obispos, 69 de ellos titulares diocesanos además del azobispo castrense, los que tendrán la oportunidad de exponer el estado de cada diócesis al Papa y a sus colaboradores, en reuniones  grupales por provincias eclesiásticas que desde esta semana se están produciendo con el Pontífice, durante la semana actual y la siguiente. Al menos una veintena de ellos han emitido cartas pastorales durante los últimos días en las que exponen a sus fieles diocesanos las características de la visita y sus impresiones ante este encuentro.

No es un mero acto jurídico

En sus misivas, los obispos se han encargado de explicar a los fieles los orígenes y motivos de estas visitas ad limina apostolorum, que proceden de una “antiquísima y venerable tradición teológica, canónica y espiritual”, según el arzobispo de Urgell, Joan Enric Vives. “El Papa, sucesor de Pedro, “confirma” la fe de sus hermanos y se establece así una unidad que viene del Señor, que les ha llamado y les ha enviado como apóstoles suyos, a uno como cabeza y al otro como miembro del Colegio Apostólico”, explicaba en su carta el purpurado.

Con él coincide Francesc Pardo i Artigas, obispo de Girona, que destacaba que la visita no es “un mero acto jurídico o administrativo”. “No se trata de un mero acto jurídico o administrativo, como si se tratase del cumplimiento de una obligación ritual o protocolaria, sino que lo que manifiesta es que  somos una Iglesia de comunión y en comunión”, comenta.

En su misma línea, Braulio Rodríguez, arzobispo de la sede primada de Toledo, destaca el “profundo significado teológico de la visita”, con la visita a los sepulcros de los Apóstoles Pedro y Pablo.

También el obispo de Santander, Vicente Jiménez Zamora, agregaba el “profundo significado de filial y obediente comunión eclesial” que la visita tiene “desde la más antigua cristiandad”.

En el mismo sentido Juan del Río, arzobispo castrense, destacaba en su misiva el “fortalecimiento de la responsabilidad” que supone para los obispos. “Con ello se promueve y se favorece la comunión entre la Iglesia particular y la Sede Apostólica con un intercambio de informaciones y un compartir la solicitud pastoral acerca de los problemas, experiencias, sufrimientos y proyectos de trabajo y de vida.”

Una expresión de unidad

Otra constante en las opiniones de los responsables de las diócesis españolas es la expresión de unidad que supone el encuentro con el Papa, una “ocasión propicia para la vivencia de la comunión eclesial con el Santo Padre”, según Atilano Rodríguez, obispo de Sigüenza-Guadalajara. Comunión en la que, con su obispo, están representados los fieles diocesanos.

“Esta Visita que realiza el Obispo no es solo suya, en el corazón de cada Pastor va la vida de sus “ovejas” –como repite con frecuencia el Papa Francisco-, por eso es un acto que el obispo cumple para el bien de la propia Diócesis y de la Iglesia universal”, expresaba el obispo abulense, Jesús García Burillo.

Visita que es “un momento importante para la vida de nuestras respectivas Iglesias locales, las cuales, por medio de sus pastores, consolidan los vínculos de fe, de caridad y de disciplina que las unen a la Iglesia de Roma”, agregaba Julián López, obispo de León.

Se trata de una unidad que “no resulta de una especie de sinfonía conciliar de las diversas iglesias locales o diócesis; algo así como una cadena formada por anillos bien soldados entre si”, para Francisco Gil Hellín, arzobispo de Burgos, sino que está basada en el sucesor del apóstol Pedro y en la sede romana, que es “requisito fundamental de su colegialidad”.

En el mismo sentido, Ramón del Hoyo López, pastor de Jaén, enfatizaba esa colegialidad y la “universalidad” que cada obispo local encuentra en la Santa Sede durante su visita.

“Siento que mi peregrinación a la Sede Apostólica implica que llevo conmigo a toda nuestra Iglesia de Zamora, por esto así se la presentaré orgulloso al Papa Francisco, expresándole nuestra viva comunión a su persona”, expresaba el obispo zamorano, Gregorio Martínez Sacristán en su misiva.

Expectación ante el encuentro con el Papa

Los deseos de encontrarse de forma más personal con el papa Francisco, como será en grupos de unos ocho purpurados, también se presenta en las cartas a los fieles de cada diócesis. Uno de los que participará en el primer encuentro, este lunes, será el obispo de Bilbao, Mario Iceta, que explicaba así la dinámica de ese momento: “Tenemos previsto estar unas dos horas, en las que cada uno propondrá la situación de la diócesis, sus ilusiones, sus esperanzas, sus dificultades. Escucharemos las indicaciones y sugerencias que el Santo Padre quiera darnos para nuestra Iglesia”.

“Será un momento para compartir y expresar nuestras iniciativas y dificultades, nuestras esperanzas y debilidades, nuestros logros y nuestras deficiencias”, agregaba Julián del Barrio, arzobispo de Santiago de Compostela.

“Habrá que estar bien atentos a las prioridades pastorales, que el Papa nos indique para el momento presente”, puntualizaba Casimiro López Llorente, obispo de Segorbe-Castellón.

Los problemas que afrontan las diócesis también estarán sobre la mesa en estas entrevistas, como “la secularización creciente” o “las dificultades que encontramos para la penetración del Evangelio en esta cultura y de tantos hermanos nuestros que han abandonado la fe o la práctica religiosa”, explicaba el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo Pelegrina.

“Estoy seguro de que nuestro encuentro con el papa Francisco comportará un enriquecimiento de experiencias para él y para nosotros. ¡Qué visión más amplia debe tener el Papa de la situación actual del mundo no solo por los informes que recibe de los Nuncios, sino, además, por las conversaciones que mantiene con todos los Obispos del mundo!”, declaraba ante la perspectiva de esta entrevista grupal el obispo de Barbastro-Monzón, Alfonso Milián Sorribas.

Llamamiento a los fieles

Las apelaciones a apoyar desde la oración la visita son también constantes en todas las cartas de los obispos. Así lo expresaba el obispo de Teruel y Albarracín, Carlos Escribano Subías: “Ante la próxima visita “Ad limina”, os pido vuestra oración. En primer lugar por el Papa Francisco, quien desde el principio de su Pontificado nos solicitó que rezásemos por él. Por nuestra diócesis de Teruel y Albarracín y por toda su tarea evangelizadora y también por mí, para que sean muchos los frutos que se obtengan de esta visita fraterna al sucesor de Pedro”.

El agradecimiento en la preparación de la visita y en la recopilación de datos diocesanos para el informe previo que cada obispo ha tenido que enviar a la Santa Sede también se manifestaba en mensajes como el del obispo de Menorca, Salvador Giménez Valls. “En esa preparación os pedía vuestra mejor colaboración: que rezarais por el Papa, por vuestro obispo, por nuestra diócesis y por la Iglesia universal. Estoy convencido de que lo habéis hecho, desde los ancianos y enfermos hasta los niños más pequeños de la catequesis. Os lo agradezco. Es lo más importante que la comunidad diocesana puede llevar a cabo”

Por otra parte, también había algún obispo, como Antonio Algora, obispo de Ciudad Real, que desconfiaba del tratamiento informativo de la visita por parte de los medios de comunicación social: “Vete tú a saber qué os contarán los distintos y variados medios de comunicación y en qué contextos de los telediarios aparecerá, si es que se da como noticia, este acontecimiento eclesial. Como siempre, os invito a leer de primera mano los documentos y las noticias en nuestros propios medios”.

En esta misma carta, reclamaba, como muchos, la oración a sus fieles: “Rezad por nosotros para que seamos sensibles y acogedores de cuanto tenga a bien el Espíritu Santo regalarnos. En el Credo a los pies de los Apóstoles estaréis todos vosotros”.

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