Retos para la Iglesia en España, ante la próxima visita ‘ad limina’

mapa eclesiástico de España

Comienza una nueva etapa, marcada por el programa pastoral del papa Francisco

obispos españoles en visita ad limina a Roma con Juan Pablo II en 2005

Los obispos españoles con Juan Pablo II en la última visita ‘ad limina’, en 2005

JUAN RUBIO, director de Vida Nueva | Serán 83 los obispos españoles que viajarán a Roma para la preceptiva visita ad limina apostolorum, entre el 24 de febrero y el 8 de marzo de este año. De ellos, 69 son los titulares de las 69 diócesis existentes; el resto, 12, son obispos auxiliares. También realiza la visita el titular del Arzobispado Castrense.

La última vez que realizaron esta visita fue a comienzos de 2005, cuando ya la enfermedad de Juan Pablo II estaba avanzada, unos meses antes de su muerte. Pese a ello, el Papa les entregó por escrito un significativo discurso del que solo leyó el comienzo. El texto provocó diversas reacciones por sus alusiones a la realidad sociorreligiosa de España, en donde desde el año anterior gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero, líder socialista que venía anunciando, con tonos de un “laicismo beligerante”, según algunos, la puesta en marcha de leyes que preocupaban a los obispos y que, más tarde, llevarían a tensiones y enfrentamientos entre ambas partes.

Durante el pontificado de Benedicto XVI esta visita no se realizó, si bien el Papa visitó España en tres ocasiones: Valencia, para el Encuentro Mundial de las Familias (2006), Santiago de Compostela y Barcelona (2010) y la Jornada Mundial de la Juventud (2011).

Su histórica renuncia el 11 de febrero de 2013 alteró las agendas, y el papa Francisco retoma las visitas tras la celebración del Año de la fe. Y lo hace unos días antes de la CIII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), que tendrá lugar a partir del 10 de marzo y en la que, entre otros asuntos, se procederá a la renovación de cargos, entre ellos el del presidente del colectivo episcopal.

Comienza así una nueva etapa de la Iglesia española, coincidiendo también con el primer aniversario de la elección del cardenal de Buenos Aires como obispo de Roma.

Con su nombre, el nuevo Papa trazó todo un programa pastoral. Y lo hizo recordando las palabras del santo de Asís: “Francisco, restaura mi Iglesia”. El nuevo aire y estilo que llega de Roma es una invitación, también para la Iglesia española, a una labor de renovación profunda, desde lo esencial y con el horizonte actual.

Nuevos retos contemplando la realidad

Ofrezco, en líneas generales, algunos retos urgentes para la evangelización en nuestro país. Es muy frecuente encontrarse con análisis y diagnósticos, pero está claro que cada vez urge más plantear con valentía y con imaginación pastoral los grandes retos que se nos presentan en el horizonte.

En muchas ocasiones los planes pastorales se trazan desde arriba, pegados excesivamente al magisterio pontificio y solapándose unos con otros. Hay como un río de papel infinito… Todos los días nos vemos inundados por documentos enormes, instrucciones…, una lluvia de resoluciones que se asumen siempre con carácter de indicación autorizada, normativa, sin que exista una coordinación para indicar qué cosa es importante y cuál lo es menos. Y el obispo local debería pasar gran parte de su tiempo en la propia diócesis repitiendo estos dictados que vienen del Vaticano o de los organismos episcopales.

Tal vez, lo que hace falta a todos los niveles en la Iglesia es una moratoria de todo esto para favorecer una simplificación. Quizás hiciera falta hoy un momento de calma, para respirar un poco.

Hay cinco prioridades que, a mi juicio, deben ponerse en práctica, como si de una bolsa de primeros auxilios se tratara.

  • 1. Una Iglesia que, asumiendo su rico pasado, se abra al futuro con humildad.
  • 2. Una Iglesia que acompañe al peregrino.
  • 3. Una Iglesia que prime la misericordia sobre la ideologización.
  • 4. Una Iglesia que convoque a la comunión “desde arriba”.
  • 5. Superar el ‘síndrome del Cenáculo’: el miedo.

Pliego íntegro publicado en el nº 2.883 de Vida Nueva. Del 22 al 28 de febrero de 2014

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