Papa Francisco: “El objetivo de la Eucaristía es salir al encuentro de los pobres”

papa Francisco en papamóvil recibido entre globos de colores audiencia general miércoles 12 febrero 2013

Subraya que “a Jesús le gustaba estar con la gente, compartir problemas y preocupaciones”

papa Francisco en papamóvil recibido entre globos de colores audiencia general miércoles 12 febrero 2014

Un momento de la audiencia general de ayer

ÁLVARO ESPINOSA MALAGÓN | Entre besos, abrazos y numerosos saludos, comenzó ayer miércoles 12 de febrero la habitual audiencia general que el Papa ofrece cada miércoles en la Plaza de San Pedro. Durante su recorrido en el papamóvil, Francisco no dudo en detenerse para saludar a los miles de fieles, en especial a los niños, que cada vez más se acercan a ver al Sumo Pontífice.

El papa Francisco dedicó su catequesis a la Eucaristía, preguntándonos qué relación tiene la Eucaristía con nuestra vida. El Obispo de Roma señaló que la forma de relacionarnos con los demás es un buen “indicador” de si vivimos bien la Eucaristía, y señaló que “a Jesús le gustaba estar con la gente, compartir sus anhelos, los problemas y preocupaciones”.

En este punto, Francisco, insistió que la Eucaristía no es un simple ritual, lanzando una pregunta a los presentes: “En la Santa Misa nos encontramos con muchas personas, pero ¿las vemos en verdad como hermanos y hermanas?”.

También quiso recordar que el objetivo de la Eucaristía es “salir al encuentro de los pobres, de los enfermos, de los marginados, viendo en ellos el rostro de Jesús”, y criticó a aquellos que ven la Santa Misa como un medio para cotillear, por ejemplo, “cuando salimos de Misa criticamos a uno, al otro, de cómo estaba vestido, de esto o aquello”

El segundo “indicador” se refiere a “sentirnos perdonados e impulsados a perdonar”, y volvió a recordar, como ha hecho en otras ocasiones, que “todos somos pecadores”. Por lo tanto, “si uno no se siente pecador es mejor que no vaya a Misa, porque el primer acto que hacemos cuando entramos a Misa es decir ‘confieso que soy pecador’ y pedir perdón por los pecados. Si no lo siente, no va a vivir bien la Eucaristía”.

El Obispo de Roma indicó que “el último y valioso indicador es la coherencia entre la liturgia y la vida de nuestras comunidades”, y realizó hincapié en que la Eucaristía no es un mero recuerdo de algunos dichos de Jesús: “Es la obra y el don de Cristo presente allí que sale a nuestro encuentro y nos alimenta con su Palabra y con su vida”.

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