Editorial

Políticos desde la fe

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EDITORIAL VIDA NUEVA | Aunque, dentro y fuera de la Iglesia, abundan los prejuicios sobre la condición de los católicos que ejercen cargos públicos –“no se puede ser cristiano y socialista”, “desde la fe es incompatible defender la economía de mercado”…–, lo cierto es que todos los creyentes estamos invitados a involucrarnos directamente en la construcción del bien público.

Cada uno desde los principios ideológicos que, a su juicio personal, más casen con su modo de vivir el Evangelio. Es decir, puede ser igual de coherente con su fe tanto quien se siente llamado a defender políticas más asentadas en la libertad de acción como el que entiende que su deber es el impulso de la igualdad de condiciones. Solo se requiere que cada uno sea fiel a su conciencia, aunque ello, a veces, suponga entrar en conflicto con los propios compañeros de formación.

El mismo papa Francisco lo tiene claro: bastan el amor por el pueblo y la humildad. Nada más.

En el nº 2.881 de Vida Nueva.

 

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