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El segundo anuncio


Una obra de Enzo Biemmi (Sal Terrae, 2013). La recensión es de Jesús Sastre García

El segundo anuncio, Enzo Biemmi, Sal Terrae

Título: El segundo anuncio. La gracia de volver a empezar

Autor: Enzo Biemmi

Editorial: Sal Terrae, 2013

Ciudad: Santander

Páginas: 168

JESÚS SASTRE GARCÍA | El autor, muy conocido en el ámbito pastoral y catequético, es presidente del Equipo Europeo de Catequetas y también ha impulsado diversos proyectos catequéticos en la Diócesis de Verona (Italia), entre ellos, su Itinerario de Catequesis para adultos, publicado aquí también por Sal Terrae en diez volúmenes.

Hasta ahora se ha hablado sobre el “primer anuncio” en relación con la situación religiosa de Europa. El “segundo anuncio” es la forma de realizar el primer anuncio a muchos jóvenes y adultos bautizados, pero que se han alejado de la vivencia de la fe y de la institución eclesial. Enzo Biemmi reflexiona acertadamente aquí sobre esas situaciones antropológicas que pueden ser “umbrales” para invitar a la fe.

Ahora bien, esto solo será posible si en las comunidades eclesiales hay una actitud de empatía con las personas, si la Palabra de Dios ilumina sus experiencias y si la propuesta de fe se produce en un clima de libertad y de acción de la gracia que precede a toda acción evangelizadora. Por eso, esta época que nos toca vivir, aunque parezca que es “sembrar en el asfalto”, es tiempo de profunda esperanza, pues nos puede llevar a replantear la iniciación cristiana de nuestras comunidades en los países de vieja cristiandad.

El libro recoge en las págs. 147-166 un diálogo sincero entre el propio autor y Salvatore Currò, presidente de la Asociación Italiana de Catequetas, en el que contrastan los más diversos temas y se cuestionan algunos enfoques y propuestas. Aunque no es frecuente encontrar este tipo de apéndices, creo que es algo rico y sugerente para el proceso de reflexión teológica y pastoral.

Si bien la obra de Biemmi es actual y práctica, ciertos aspectos necesitan más desarrollo; a modo de ejemplo, se citan los siguientes: las condiciones eclesiales y pastorales para que el anuncio del Evangelio sea percibido como algo bueno para la vida, las disposiciones personales para que se pueda dar la experiencia religiosa, y la necesidad del proceso personal para que las búsquedas y la “sorpresa” del encuentro inicial lleguen a buen término. “Es como si las pistas que se ofrecen, aun cuando sean válidas y a menudo se puedan compartir, necesitasen situarse en un horizonte más amplio y más sólido, respecto al estrecho horizonte pastoral-catequético” (pág. 153).

Currò propone tres caminos: la formación, la confrontación con la cultura actual y lo relativo a la verdad (contenidos básicos de la fe). Muchos de estos aspectos los ha abordado Biemmi en otras publicaciones.

Aprovechando el camino recorrido, necesitamos los pastoralistas y catequetas seguir avanzando en estas cuestiones. En este sentido, el presente libro es una interesante aportación para seguir reflexionando.

En el nº 2.881 de Vida Nueva

Actualizado
06/02/2014 | 22:38
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