Proyecto Adorar: rezar no entiende de fronteras físicas

Proyecto Adorar, adoración eucarística en la Parroquia de la Anunciación de Santander

Una parroquia de Santander abre su adoración eucarística a Internet

Proyecto Adorar, adoración eucarística en la Parroquia de la Anunciación de Santander

Proyecto Adorar: rezar no entiende de fronteras físicas [extracto]

VICENTE L. GARCÍA | Los frutos de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) siempre han sido una constante tras estas multitudinarias manifestaciones de fe. Algunos han sido personales y han provocado cambios radicales de vida en muchos jóvenes. Otros lo han sido colectivos. Aquí es donde entra el Proyecto Adorar, que, al abrigo de la céntrica parroquia de La Anunciación, en Santander, lleva ya tres años organizando una adoración eucarística por jóvenes y para jóvenes, aunque también es ofrecida a los viandantes en las puertas del templo y a todo el mundo a través de Internet.

Así, todo aquel que lo desee, tiene una cita con Jesús. ¿Cuándo? Cada jueves, desde las 20:30 hasta las 23:00 horas. ¿Y dónde? Si es en persona, en esta sencilla iglesia situada frente a la catedral. Si no, la opción virtual es a través de la web http://adorar.parroquiaanunciacion.com/.

Joaquín Rodríguez es uno de los jóvenes responsables de esta acción pastoral desde su génesis: “Con motivo de la JMJ celebrada en Madrid en 2011, en la parroquia acogimos, en los días previos, a un grupo de peregrinos de Suiza. Ellos nos contaron cómo su pastoral se centraba fundamentalmente en el Proyecto Adorar. Posteriormente, y durante la vigilia eucarística en Cuatro Vientos, a muchos nos vino a la cabeza la experiencia de este grupo de Suiza y, al regreso a casa, planteamos en la parroquia la posibilidad de organizar algo similar”.

El párroco de La Anunciación, Álvaro Asensio, no solo acogió con agrado la propuesta, sino que manifestó cómo la idea llevaba tiempo rondando en su cabeza esperando el momento: “Durante mis años de estudio en Roma, conocí una experiencia similar y siempre pensé que algo así podría hacerse en Santander”. Poco a poco, el proyecto fue tomando forma. Se creó una web y se hizo publicidad a través de unos folletos para entregar en mano a la gente. En apenas un mes, el Proyecto Adorar estaba en marcha y emitiendo en la Red.Proyecto Adorar, adoración eucarística en la Parroquia de la Anunciación de Santander

“Al principio, la gente vino por curiosidad –recuerda Joaquín–. Pero ya nos sorprendió ver cómo las personas se iban enganchando y crecía el número de participantes cada semana”.

Sobre el perfil de los asistentes, el párroco especifica: “En las primeras horas hay más gente mayor y, a medida que avanza la noche, la media de edad baja hasta situarse en un público joven, con una mayoría de trabajadores y estudiantes universitarios. En los períodos vacacionales, como Navidad, se acercan también familias con sus hijos”.

Joaquín apunta otro perfil muy concreto: “Algunos sacerdotes, tras cerrar su parroquia, también se acercan a rezar con nosotros, y el obispo, don Vicente Jiménez, también se ha acercado en varias ocasiones. Creo que, en estos casos, les mueve la posibilidad de participar como un cristiano más. El obispo, por ejemplo, no ‘hace de obispo’; viene, reza y se va”.

Desde el comienzo, remacha Álvaro, esta iniciativa parroquial ha contado con el apoyo de la diócesis: “El obispo me llamó al poco de ponerlo en marcha para felicitarme”. Y, concretamente, Joaquín resalta el apoyo de la Delegación de Pastoral Juvenil: “Siempre han difundido el proyecto y casi todos los jueves el delegado participa en la vigilia”.

Pero ¿cuál es la clave que “engancha” al Proyecto Adorar? Para el sacerdote, tres serían los pilares fundamentales: “El hecho de que la convocatoria sea semanal, pues resulta más fácil de recordar; el haber encontrado un esquema sencillo y fijo, que hace que, quien vuelve, sabe lo que se va a encontrar; y, por último, la libertad absoluta en la asistencia, pues cada cual se marca el cuándo y durante cuánto tiempo”.

Grupo juvenil de apoyo

No obstante, este proyecto no sería posible sin el compromiso semanal de un grupo de jóvenes que cuidan cada detalle, desde la ambientación del templo, la música y la difusión por las redes sociales.Proyecto Adorar, adoración eucarística en la Parroquia de la Anunciación de Santander

Es un grupo vivo, que ha ido incorporando a gente como Daniel Tessier, un joven burgalés de 23 años que estudia Matemáticas en Santander. Tras aceptar, no sin un cierto recelo, la invitación de Álvaro de asistir a la vigilia, descubrió que hoy no puede vivir sin ello: “Si hace unos años me dicen que acudiría todas las semanas a una adoración eucarística, no me lo creo. Empecé estando diez minutos y, cada semana, me fui sintiendo más a gusto y pasando más tiempo. Descubrí que esto me ayudaba para el resto de la semana. Incluso teniendo un examen el viernes, no he faltado un solo jueves”. Daniel colabora en la ambientación y recogida de los elementos ornamentales del templo.

Raquel García es una joven de 25 años que no pertenece a la parroquia de la Asunción, pero que cada jueves acude a la cita: “Yo adoro los jueves. Este es el lema que tenemos y que responde a lo que hacemos. Cuando me invitaron, lo vi como una oportunidad de tener un rato de oración a la semana. Si alguna vez no he podido ir, lo echo en falta. Necesito sentarme delante de Él y decirle ‘aquí estoy’, con todo lo vivido a lo largo de estos días”.

Begoña Ubilla participó también en ese grupo que acogió en 2011 en Santander a los jóvenes peregrinos de otros países que iban camino de Madrid para la JMJ: “Nos llamó tanto la atención el momento de oración ante el Santísimo que relataban los jóvenes suizos que, de ahí, nació nuestro interés por poner en marcha el Proyecto Adorar. Y ya, una vez experimentado, sientes que lo necesitas y se convierte en un encuentro semanal imprescindible”.

Además, como comenta, el hecho de fijarse la cita en jueves, aparte del significado eucarístico, tiene un sentido práctico: “Llegas a ese día con la carga de casi toda la semana y es un momento en el que encuentras compañía, alegría, una recarga de pilas para acabar la semana con otro espíritu”.

Begoña es una de las personas que, mientras dura la celebración, trata de mostrar en su cuenta de Twitter algo de lo mucho que ocurre en el templo. Así, con el estrecho margen de los 140 caracteres, ella y otros compañeros recogen esa frase significativa de la homilía o de las lecturas, y también se hacen eco de las peticiones que les llegan en la red social antes de colocar esa vela que las haga presentes.

Son diversos los “encuentros” que se ofertan a los jóvenes que acuden a La Asunción: uno con María en el rezo del Rosario; otro de comunidad y eucarístico con la Misa y la adoración al Santísimo; uno más con el sacramento de la Reconciliación, de la mano de dos o tres sacerdotes que permanecen durante la celebración en los confesionarios; y el último con otros compañeros que participan el resto del día de las mismas alegrías y preocupaciones.

Los jóvenes no ocultan su cita semanal e incluso invitan a participar a cuantas personas se cruzan en sus diversos círculos. “No todo el mundo sabe lo que es una adoración eucarística –reconoce Raquel–, por lo que a veces tienes que explicar un poco de qué va la cosa. Pero mis amigos lo tiene asumido y, en alguna ocasión, cuando se ha pretendido quedar un jueves, siempre alguien apunta ‘no, el jueves no, que Raquel tiene lo de la adoración’. No me cuesta nada invitar a mis amigos y tampoco a mi familia”.
La iniciativa de esta parroquia de Santander podría “crear escuela”, ya que en otras diócesis, como la de Orihuela-Alicante, se están interesando por el Proyecto Adorar.Proyecto Adorar, adoración eucarística en la Parroquia de la Anunciación de Santander

Una vela a golpe de clic

Para hacerse una idea de lo que supone el Proyecto Adorar, basta con repasar lo que ocurrió el jueves en que se realizó este reportaje. Así, ese día fueron un total de 252 las personas que pasaron por la iglesia de la Asunción. De ellas, 197 fueron mayores de 30 años y 55 estuvieron por debajo de la treintena. A ellas habría que sumar a quienes siguieron en algún momento la celebración por Internet.

Además de por la página de la parroquia, la Red permite también una participación activa a través de las redes sociales, en sus cuentas de Facebook, Twitter o en el chat de la propia web. Varios jóvenes atienden este servicio online con el compromiso de trasladar todas aquellas peticiones y hacerlas presentes encendiendo una vela. Del pasado año, los datos ofrecen una media de 60 conexiones cada jueves (aunque, en la última cita, las peticiones ascendieron a 96). La procedencia de estas conexiones radica en su mayoría de Latinoamérica, aunque les han llegado noticias de espacios como Mozambique.

En el nº 2.880 de Vida Nueva

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